Fotograma del evento “Astronomical” de Travis Scott. Foto: Travis Scott y Fortnite para Epic Games
Fotograma del evento “Astronomical” de Travis Scott. Foto: Travis Scott y Fortnite para Epic Games

Informe

Conciertos en el metaverso: elige el look festivalero de tu avatar

Los nuevos mundos virtuales prometen vivencias inmersivas en escenarios de fantasía en los que conectar con la música como nunca antes. La tecnología está despegando. Mientras, pruebas piloto en escenarios como “Fortnite”, Horizon Venues de Meta, Vodafone 5G Reality y MusicHood hacen que soñemos y que a la vez nos preguntemos: ¿realmente va a ser mejor que un concierto real?

El 28 de octubre de 2021 internet dio un vuelco: el interés de búsqueda del término “metaverse” pasó del valor de popularidad 5 con el que empezó el mes a un 100 según Google Trends. No es casualidad: fue el día en que Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, anunció que la compañía pasaba a llamarse Meta en su apuesta por el metaverso, un mundo virtual que promete ser inmersivo y multisensorial gracias al uso de avatares digitales.

Entre el sinfín de opciones que despliega esa promesa, Zuckerberg mencionó los conciertos: “Podrás teletransportarte instantáneamente como un holograma para estar en la oficina sin necesidad de desplazarte, en un concierto con amigos o en el salón de tus padres para ponerte al día”.

Leerlo es una cosa y verlo otra. Por eso, en el vídeo de presentación de Meta ya se muestra el camino hacia la ensoñación: el holograma de una mujer en Kioto se cuela en el concierto que una amiga está viviendo en persona en Los Ángeles. Bailan, comentan, ríen y después se apuntan a una afterparty donde pueden adquirir merchandising exclusivo e incluso hablar con el cantante; todo desde el sofá de su casa.

Meta ya está aquí.

La ensoñación se dispara, pero el metaverso aún tiene sus limitaciones; también, el ser humano. ¿Realmente vamos a disfrutar más en un concierto virtual que en uno real? ¿Cuáles serán sus ventajas? ¿Está la tecnología preparada? Mientras que los espectáculos musicales recuperan del todo su antigua normalidad y, en España, Vodafone acaba de anunciar su propio metaverso (que también incluirá conciertos), se abre un abanico de nuevas preguntas. Afina el oído y toma nota.

De dónde venimos: la digitalización de la música

La pandemia también dio un vuelco a internet: el confinamiento hizo que nos tuviéramos que volcar en mirar por nuestras ventanas y, sobre todo, mirar por la ventana de la red.

Así empezó a reinventarse la música: los conciertos en streaming desde Instagram Live; festivales como el #YoMeQuedoEnCasaFestival y presentaciones de discos y charlas online con los músicos se hicieron parte de nuestro día a día.

La ventana digital ha seguido evolucionando (como la música) surtiéndose de nuevas plataformas. El 25 de noviembre la banda Vetusta Morla se convertía en el primer grupo español en ofrecer un concierto a través de TikTok LIFE. Lo hacían para presentar de manera exclusiva su nuevo disco, “Cable a Tierra” (2021). Precio: gratis. Muy diferente a cómo han evolucionado las entradas de sus conciertos –horquillas de entre 40 y 80 euros– y su disponibilidad (suelen agotarse en cuestión de horas).

Y es que otra cosa a tener en cuenta es que el mundo virtual es infinito; el físico no. Las elucubraciones sobre el metaverso y la música llegan en un momento en que hay un overbooking musical después de dos años de parón: las salas de conciertos están saturadas y encontrar un hueco en 2022 es tarea casi imposible.

Leiva daba fe de ello publicamente después de colgar el sold out con la primera fecha de su concierto en Madrid en 2022, anunciando una segunda cita y subrayando: “No habrá más que esa, ya que no hemos conseguido disponer de más fechas en el mismo recinto debido al ‘overbooking’ de shows el año que viene”. ¿Quizá en otros recintos virtuales sí haya espacio?

A dónde vamos: qué es realmente eso del metaverso

El metaverso y sus aplicaciones prometen ser “una revolución digital en la sociedad”, sintetiza la directora de los Posgrados de Realidad Virtual del Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital U-tad, Laura Raya, ya que pasaremos a sentirnos “realmente presentes en internet, tanto física como mentalmente”.

“Lo que antes era pasivo –entrar, clics y poco más– va a convertirse en un internet tridimensional activo donde tendrás un avatar, interactuarás con el entorno y con los demás y harás actividades; eso lo cambia todo”, afirma Edgar Martín-Blas, CEO y director creativo de Virtual Voyagers, la compañía española que ha participado en la creación de las salas de conciertos del metaverso de Facebook y en el metaverso de Vodafone.

En definitiva, “será un entorno virtual que acogerá todo tipo de dinámicas sociales  y abrirá nuevas formas de ocio, laborales, industriales y culturales”, explica Raya.

No solo Facebook y Vodafone: Nvidia, Microsoft, Epic Games, Nike o Disney ya han movido ficha públicamente en inversiones en el metaverso. Todo el mundo quiere asegurarse un trozo de un pastel que promete ser cuantioso. De acuerdo con Bloomberg Intelligence, el mercado mundial del metaverso podría tener un valor cercano a los 800.000 millones de dólares (unos 705.000 millones de euros) de ingresos en 2024.

Lo de Travis Scott en “Fortnite”.

La mitad de este mercado podría estar relacionado con los videojuegos, pero el siguiente segmento más importante podría ser el de los eventos en directo. La consultora estima que un concierto en el metaverso podría generar diez veces más ingresos que uno actual en una sala.

Ya se comprobó con la actuación pionera del rapero Travis Scott, que reunió a más de 27,7 millones de jugadores en el espectáculo épico (“fantasía pura”, dice Martín-Blas) que ofreció en el videojuego “Fortnite” en 2020. Para muchos, el entorno digital de este videojuego es similar a un metaverso, pues da la posibilidad de personalizar tu avatar, interactuar, bailar y sentir la música de manera inmersiva.

El concierto de nueve minutos de Travis fue uno de los eventos más vistos de la historia de “Fortnite” e hizo ganar 20 millones de dólares al compositor, lo que equivale a los ingresos de diez conciertos reales.

Día 0 del metaverso: una tecnología en desarrollo

Entonces ¿puedo ir eligiendo avatar e “irme” mañana mismo a un concierto en el metaverso? Bueno, más o menos. “El metaverso, como tal, aún no existe y es necesario crearlo. Existen aplicaciones virtuales donde se pueden recrear ciertas actividades y dinámicas sociales, pero al concepto de metaverso como expansión digital de la vida real aún le quedan unos años”, señala Raya.

“Estamos en el día 0 del metaverso”, sintetiza Martín-Blas, un momento en el que las grandes compañías están dando pasos para idear el mundo virtual que mejor encaje en sus objetivos. Para ello, se van salvando retos.

Uno evidente para que el metaverso sea realmente una experiencia inmersiva es la limitación de los gadgets tecnológicos: no todos tenemos ya unas gafas de realidad virtual. “Con el protometaverso de ‘Fortnite’ y la democratización de las Oculus de Meta se ha gestado el cambio definitivo para entrar de verdad en el metaverso”, indica el CEO de Virtual Voyagers.

En el caso de Meta, Horizon Venues es el entorno habilitado donde se puede vivir esa experiencia. Desde Virtual Voyagers han creado un generador de conciertos 360º para que “no pareciera una cámara y ya está, sino que de verdad se construya un escenario que puedas editar y mover, como en un videojuego”.

La plataforma de Meta para ver eventos en directo en realidad virtual. Foto: Horizon Venues de Meta
La plataforma de Meta para ver eventos en directo en realidad virtual. Foto: Horizon Venues de Meta

Los altavoces, los instrumentos, los bailarines, la iluminación: “Igual que en un concierto real, hay un editor de realización, un técnico de luces, de sonido…”, apostilla Martín-Blas. El experto recuerda el primer concierto virtual que se hizo en la plataforma, de Jaden Smith, que pidió un Cadillac rosa.

“La creatividad puede verse disparada. Por ejemplo, el grupo de heavy metal Obús podría llevar una calavera gigante en la gira en físico y en el metaverso tocar en el infierno y que los espectadores fueran demonios que pudieran lanzar fuego. No hay límites”, ejemplifica.

Vodafone acaba de lanzarse a la piscina para eliminar esos límites con Vodafone 5G Reality, un metaverso temático que incluye una zona de espectáculos en directo que ya se está testeando y que se abrirá al público general en el primer semestre de 2022. “Tu avatar está dentro de una sala donde tiene libertad de movimiento y disfruta de un concierto integrado en vídeo 180º”, explica Martín-Blas.

Concierto de Nancys Rubias en el metaverso de Vodafone. Foto: Vodafone y Virtual Voyagers
Concierto de Nancys Rubias en el metaverso de Vodafone. Foto: Vodafone y Virtual Voyagers

Nancys Rubias son el primer grupo que ofrece la plataforma, con una actuación grabada sin público en la sala La Riviera en Madrid. “Mario Vaquerizo estaba pletórico y animaba a los futuros espectadores exclamando: ‘¡Vamos avatares, al metaverso!’”, recuerda el experto.

Además del concierto, el metaverso de Vodafone brinda la posibilidad de ver a un Mario Vaquerizo en holograma con “una grabación volumétrica que hicimos en Dublín con la empresa Volograms, que permite tener al artista en tu salón, verle haciendo poses y, como si fuera un fotomatón, haceros fotos juntos y grabar un vídeo”.

Un Mario Vaquerizo en holograma para echarte fotos con él. Foto: Vodafone y Virtual Voyagers
Un Mario Vaquerizo en holograma para echarte fotos con él. Foto: Vodafone y Virtual Voyagers

De todo ello se puede disfrutar “a través del móvil (en realidad aumentada y vídeo volumétrico, pero menos inmersivo), gafas de realidad virtual (lo que sería propiamente el metaverso) y pronto en realidad mixta”, señala el CEO.

La tierra virtual prometida

Otra aproximación a estos mundos virtuales es el entorno de MusicHood, un proyecto que se autodefine como el “primer metaverso creado por y para la música” y que ganó en 2020 la Startup Competition de BIME PRO. Dispone de una plataforma en la que crear un avatar y conectar con la música de manera diferente a través de una app.

Ahora están “en un proceso de transición para ofrecer más a los músicos y los usuarios: es el paso 2.0 al metaverso, donde integraremos tecnología ‘blockchain’, NFT (tokens no fundibles) y códigos QR para que todo sea interactivo”, explica la cofundadora de MusicHood Soraya Cadalso.

“Welcome Plaza” de la plataforma MusicHood, donde el usuario puede dirigirse al Barrio de la Música. Foto: MusicHood
“Welcome Plaza” de la plataforma MusicHood, donde el usuario puede dirigirse al Barrio de la Música. Foto: MusicHood

Para la experta, lo diferencial es una experiencia exclusiva: “En nuestros conciertos puedes conocer gente con los mismos gustos musicales, comentar en directo lo que estás viendo y ofrecer contenido único que solo van a encontrar aquí”. Para los músicos también es diferencial: puede ser un escaparate para oyentes y empresas del sector musical de todo el mundo.

Así lo plantearon en el Femnøise Fest, de la organización sin ánimo de lucro Femnøise subvencionada por el Ministerio de Cultura de España, que tuvo lugar el pasado mes de octubre en la plataforma de MusicHood. 355 solicitudes, 64 seleccionadas de 23 países de todo el mundo, de Indonesia a Brasil pasando por Reino Unido, Colombia y España.

“El festival tuvo lugar en un mundo virtual en 3D donde los participantes podían tener su propio avatar, interactuar y bailar. Al principio costó que la gente encajara el concepto, pero los últimos días se potenció la venta de entradas con un precio base de 3 euros”, explica la CEO y fundadora de Femnøise, Natalia San Juan.

El Femnøise Fest que tuvo lugar en la plataforma digital MusicHood. Foto: Femnøise
El Femnøise Fest que tuvo lugar en la plataforma digital MusicHood. Foto: Femnøise

Cadalso y San Juan coinciden en que este tipo de plataformas son un medio de posicionamiento sin barreras a nivel geográfico, físico ni económico, especialmente cuando eres un artista emergente que aún no tiene posibilidades de hacer una gira. “Se conectó gente de todas partes del mundo, las cantantes, músicas y compositoras participantes ganaron seguidores; ver toda esa interacción fue increíble”, cuenta emocionada San Juan.

Tecnológicamente, aún falta por desarrollar. También a nivel de experiencia: “Si lo utiliza alguien que está muy adaptado al ‘gaming’ puede parecerle una experiencia muy básica; para los que no están acostumbrados, hay que ofrecerles una tecnología mucho más pulida”.

Cuando ese momento llegue, se podrá contar con otras ventajas, como recoge Laura Raya: “No hay problemas de aforo, de climatología, de espacio físico ni de congestión a la salida del concierto. No hay peligro de robos, contagios o golpes ni para los asistentes ni para el cantante. Incluso se podría dejar a la gente que se subiera al escenario”.

Pero ¿qué opinan los aficionados a los conciertos?

Dejemos de lado por un momento los mundos virtuales y volvamos a la realidad tangible. En la sala La Riviera, donde se grabó la actuación para el metaverso de Vodafone, está a punto de comenzar (en persona) el concierto del grupo español de rock M Clan. Es 25 de noviembre, ya nadie menciona aquello de “nueva normalidad” y las restricciones están relajadas al máximo desde que comenzara la pandemia. La gente aguarda de pie, bebida en mano, mascarilla en boca.

Entre el público están Roberto (55 años) con sus hijos Carlos (21 años) y Javier (20 años). A este último le gustan el rock y el hip hop, y dice que lo del metaverso le parece “una buena opción si quieres escuchar un concierto de un artista de otro país, pero se perderá la esencia de ver un buen espectáculo en primera persona”.

Su hermano comparte gustos y añade el techno: “No creo que vaya a sustituir a la música en directo. Estar físicamente en un sitio con tus amigos no tiene nada que ver”. ¿Y el enredo que suelen conllevar los festivales? Es el encanto que tiene, vas a pasártelo bien y a sufrir, conocer gente, dormir en la tienda de campaña y vivir aventuras”.

Momento del Femnøise Fest en que los asistentes comparten impresiones. Foto: Femnøise
Momento del Femnøise Fest en que los asistentes comparten impresiones. Foto: Femnøise

Su padre, amante del rock y la música clásica, aporta una perspectiva distinta. “Apenas voy a uno de cada diez conciertos que me gustaría ver, así que esto va a dar acceso a mucha más música. Además, cuando tenga más edad seguiré queriendo disfrutar de la música en directo, pero no tendré las fuerzas. ¿Te imaginas estar en una residencia con 95 años y vivir virtualmente un pedazo de concierto? Será fantástico”.

El ambiente en la sala se caldea a escasos minutos de que arranque la música. Otros asistentes comparten sus impresiones. Yolanda, de 46 años, y Ángel, de 47, coinciden en que lo probarían para espectáculos más inaccesibles, como Bruno Mars o Michael Bublé. “Hay cosas que nunca van a ser iguales por mucho que lo generes con un ordenador. También creo que es una experiencia excluyente: no todo el mundo va a tener acceso a la tecnología”, dice Guillermo, de 31 años. A María Jesús, de 52, no le convence: “Prefiero el mundo físico: cantar, abrazar, saltar en compañía”.

El futuro en manos de la tecnología

En cualquier caso, en un escenario cada vez más globalizado en el que hacen falta más espacios y en el que la gente está ávida de vivir experiencias musicales, ¿por qué elegir? “No creo que los conciertos virtuales vayan a sustituir a los reales, sino que pueden convertirse en una alternativa muy interesante. Combinar mundos en el mundo real y en el metaverso será estupendo para hacer crecer la industria musical”, dice Raya de U-tad.

También lo afirmó el DJ Steve Aoki: “El metaverso es un terreno de juego ideal para explorar la interacción humana con la tecnología”. El artista ya presentó un disco en directo en Oculus Venues y ahora se ha unido al metaverso digital PRISM de Sensorium Galaxy.

Más y más artistas se suman a un mundo virtual con mayor alcance y una fantasía sin límites y en continuo desarrollo. “El siguiente paso será poder utilizar de manera general el vídeo volumétrico para conseguir la grabación tridimensional de personas. Ahora se puede hacer, pero requiere mucho tiempo y no hay tanta capacidad. Para que sea hiperrealista y generalizado quedan unos 10 años”, indica Martín-Blas de Virtual Voyagers.

Quizá el futuro penda de un holograma y elegiremos las prendas digitales de nuestro look festivalero desde el sofá (Zara acaba de lanzar su primera colección en el metaverso). De momento, en la sala La Riviera, cuando M Clan atacan “Maggie despierta”, su versión del “Maggie May” de Rod Stewart, todos los asistentes de carne y hueso corean a una, se abrazan, saltan y reviven el fervor de disfrutar, por fin, de un concierto de verdad. ∎

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