Corceles de largo recorrido. Foto: Edorta Subijana
Corceles de largo recorrido. Foto: Edorta Subijana

Radar

Caballos Yonkis, demonios sentados en la consola del estudio

Conocido hasta hace poco como Havoc, incluso antes como PVL Havoc, el músico y cantante donostiarra Pedro Gracia Pérez de Viñaspre emprende una nueva etapa en formato grupal con el nombre de Caballos Yonkis y título a juego, “Sobredosis”. Lo acompaña el veterano Iñaki de Lucas, superviviente de UHF, Amor A Traición, La Buena Vida o Amateur, además de Ander Vildósola y el último fichaje de Jaime Nieto con su extenso currículo junto a WAS, Atom Rhumba o Joseba Irazoki.

Así las cosas, Caballos Yonkis se presenta a medio camino entre trabajo de autor y supergrupo de culto, si se admite el oxímoron. “Diría que, simplemente, es el producto de una banda de rock and roll”, suelta Pedro Gracia Pérez de Viñaspre, quien en realidad ha hecho el proceso a la inversa tras cuatro álbumes a nombre de Havoc y PLV Havoc y este renacimiento en compañía de otros. “No exactamente, o quizá sí, según el punto de vista. Tendría que remontarme a mis inicios para contestar de la manera más veraz. Grabé mi primer disco que se podría considerar de solista en 2011: ‘Penny Lancaster’, editado por Warner bajo licencia de InSamuel Records. Aquello estaba en inglés, a lo Wilco, Cat Stevens o qué sé yo… Seguidamente, tuve una especie de epifanía en la que entendí que, si quería tener una carrera sólida y sostenible, tendría que cantar en mi idioma. Tuve la suerte que en aquel tiempo tenía contacto con Nacho Vegas… Le mandé mi material en castellano y fue él quien me animó a dar el paso; tanto que terminó cantando en 2013 a dúo ‘Darwin’, de mi primer EP, ‘Ogro y púgil’, con Subterfuge”.

El resto es historia; tres álbumes más con la misma compañía, Subterfuge, bajo el nombre de Havoc: “Lo saben los narvales” (2014), “Amado líder” (2017) y “Espíritu” (2020). “Para entonces, la figura del productor y guitarrista Yon Vidaur se hizo parte indisoluble del proyecto. Junto con José María Lluch y a Andoni Etxebeste, es lo que yo llamo la ‘formación clásica de la banda’. Y algo así ha pasado ahora. Yo impulsé el proyecto en unión con Ander Vildósola, que con la inefable fuerza artística del productor y músico Iñaki de Lucas forma Caballos Yonkis. Iñaki y yo nos convertimos en dos demonios sentados en la consola del estudio, buscando a machetazos en la selva la canción; algo así como si fuera el Coronel Kurtz en ‘El corazón de las tinieblas’ de Conrad. Bromeando, nos considerábamos una trinidad en la que Iñaki es ‘el misterio’, Ander ‘la iglesia’ y yo ‘la palabra’. Más que un solista, soy el impulsor de una serie de proyectos que, por defecto, me convierten en principal responsable”. Añade Ander Vildósola: “Desde que recibí la llamada de Pedro fue un placer y un honor formar parte de cualquier proyecto que me propusiera, ya que habíamos colaborado en Havoc durante un breve período, que sirvió para crear una alquimia especial. Así que, como líder de ‘la iglesia’, no dudé en aplicar mi magisterio”.

Ander Vildósola, Jaime Nieto, Pedro Gracia Pérez de Viñaspre e Iñaki de Lucas: rehabilitados. Foto: Edorta Subijana
Ander Vildósola, Jaime Nieto, Pedro Gracia Pérez de Viñaspre e Iñaki de Lucas: rehabilitados. Foto: Edorta Subijana
Desde aquella repentina despedida de Havoc, pandemia de por medio, han pasado más de cinco años. “Tras una serie de catastróficas decisiones, me encontré sentado al lado de la mesa de mandos del estudio de Iñaki de Lucas. Nos conocíamos, pero poco. Una leyenda, productor y músico de La Buena Vida, Rafael Berrio, Amateur, El Columpio Asesino… El tío lleva desde los ochenta, desde UHF hasta ahora, siendo uno de los talentos musicales más importantes de este país, aunque dado su carácter huidizo y misterioso, está un poco en la sombra y por ello es menos reconocido que otros que no le llegan ni a la suela de los zapatos. Le llevé unas treinta canciones, las escudriñó con suma crueldad y nos quedamos con estas once. Y tras dos años de trabajo, pérdida de masa cerebral, encuentros, desencuentros, bailes locos, bajadas a los infiernos y subidas a los cielos surgió esta obra que llamamos ‘Sobredosis’”. Un título que, unido al nombre del grupo, parece buscar el juego con cierta iconografía. “Suponíamos que iba a haber algún tipo de controversia”, dice Ander. “Pero nunca fue algo pretendido. Nos hacía gracia que un nombre tan punk chocara con las expectativas de la gente al escuchar nuestra música. En realidad, simplemente es un concepto. ¿Acaso no hay otro nombre más vacío de significado, como por ejemplo Héroes del Silencio?”. “Pero basta con que lo escuches dos veces para que te parezca de lo más natural”, sentencia Pedro. “Claro, son miles los ejemplos: Pearl Jam, Jane’s Addiction, Iron Maiden… en fin. Y aprovecho para decir que soy muy fan de Héroes del Silencio, eh!”, remata Ander.

En este debut se decantan por el pop y post-punk electrónico con añadido de algunas baladas confesionales, como la destacada “Antro”. Todas sus referencias se dirigen a los inicios de los ochenta, desde Ultravox, Gary Numan o el propio Brian Eno. “Personalmente, solo tengo conocimiento de las bandas clásicas que mencionas y tampoco mucho. No quiero volver a repetir que esto ha sido una búsqueda de El Dorado. Y las influencias las descubrimos a posteriori. Te aseguro que ningún nombre de los que solté a Iñaki durante la producción hizo mella alguna. Iñaki hablaba de Raffaella Carrà y yo de Nine Inch Nails”. Mientras, Ander señala a Ed Sheeran.

“Salvación”. Realización: Iñaki Camacho. Vídeo grabado en el museo Chillida Leku.
En la trayectoria de Pedro siempre ha destacado la parte literaria, unida a su forma de enfatizar las palabras. “No entiendo mis letras sin la música. Para mí, literatura y música no se llevan muy bien. Son cosas que aprendí de mi amado Rafael Berrio en interminables conversaciones. El oficio de hacer canciones es una cosa, la poesía otra y la literatura otra. Las canciones necesitan una intención, una prosodia especial, un ritmo, una expresividad… Son muchos los elementos clave que hay que combinar y dominar. Una letra de Serrat puede funcionar como poesía, vale, pero como realmente funciona es como canción. Y no mucha gente lo entiende. Cada cosa debe tener su espacio y entidad. Humildemente, creo que tengo un estilo que sigo con depredación y cautela”.

“Sobredosis” (Subterfuge, 2025) cuenta también con la aportación de varios miembros de El Columpio Asesino a través de Iñaki de Lucas, que produjo su gran éxito “Toro”. “Pudimos mostrar el disco a Cristina, Albaro, Raúl y compañía, y decidieron participar de forma activa. Lo que hace Cris en ‘Arde’ es inefable, Albaro aporta un ‘je ne sais quoi’ a ‘Perfecto’ que tampoco puedo explicar, al igual que Raúl lleva ‘Viuda’ a un estadio inimaginable”. Continúa Ander relatando sus intenciones de cara al directo, con la incorporación del bajista Jaime Nieto (experiencia con WAS, Atom Rhumba o Joseba Irazoki): “¡Será muy pronto! No me atrevo a darte fechas y lugares, pero estamos más que preparados. La formación a trío sería Jaime al bajo, Pedro con la voz y a lo que haga falta, yo en la batería e Iñaki como músico en la sombra, disparando la artillería electrónica. A eso hay que unir el trabajo de audiovisuales que estamos preparando… ¡Tenemos muchas ganas de empezar!”. Sin que se le pregunte, Pedro apunta: “Una cosa más: Palestina Libre. Es algo inefable el comportamiento del gobierno de Israel con el pueblo gazatí. Es un genocidio del que si no estás en contra eres cómplice del latrocinio”. ∎

Feat. Cristina Martínez (El Columpio Asesino): “Arde”. Vídeo realizado por Patio.
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