Son las once y cuarto de la mañana y delante del Berliner Ensemble se reúne un enjambre de personas, muchas de ellas son hombres de más de 50 años en su mayoría vestidos de negro. El teatro que sirvió de sede a la compañía fundada por Bertolt Brecht en el Berlín oriental es el sitio elegido por Dave Gahan (voz) y Martin Gore (guitarra, teclados, voz) para anunciar tanto la publicación de “Memento Mori” –el decimoquinto álbum en estudio de Depeche Mode, previsto para la primavera de 2023– como la gira internacional de presentación que pasará por Primavera Sound Barcelona y Madrid en junio de ese año. Cuando Andy Fletcher (1961-2022) –miembro fundador de la banda, fallecido el pasado 26 de mayo– dijo en 1993 que aunque era una pena que el formato de grupo de rock tradicional estuviese desapareciendo “siempre tendría un lugar en el cabaré”, seguramente su cáustico comentario hacía referencia a los cabarés berlineses de la República de Weimar que tanto habían fascinado a David Bowie. Quizá la elección del Berliner Ensemble para anunciar el primer álbum de Depeche Mode sin “Fletch” podría leerse como un homenaje a la memoria del miembro del grupo que ni era el frontman Gahan ni el compositor Gore sino, en sus palabras, y como recogía el obituario de ‘The Guardian’, “el tío alto del fondo sin el cual esta corporación internacional llamada Depeche Mode nunca funcionaría”.
Berlín es un sitio feliz para la banda de Basildon. Depeche Mode grabaron parte de su tercer álbum, “Construction Time Again” (Mute, 1983), en los Hansa Studios donde Bowie e Iggy Pop registraron parte de sus discos berlineses. Y actuaron en Berlín oriental en 1988, cuando el Telón de Acero y el Muro impedían la entrada de la cultura occidental en el bloque soviético. Más recientemente, presentaron su “Tour Of The Universe” (2009–2010) en una conferencia de prensa en el Estadio Olímpico de Berlín, una de las paradas de la gira; el concierto en esta misma ciudad en 2013 como parte de la gira “Delta Machine” (Mute, 2013) se publicó en audio y vídeo: “Live In Berlin” (Mute, 2014). Y cerraron su mastodóntico “Global Spirit Tour” (2017-2018) –con 130 conciertos, el más largo en las cuatro décadas de historia de Depeche Mode, además de una de las giras más rentables de ese año– con dos últimos shows en el Teatro del Bosque de la capital alemana. Es la última vez que se ha podido ver a Depeche Mode en vivo.
En una esquina delimitada por vallas, un grupo de fans se amontona. Se parecen más a los seguidores exsoviéticos que en el documental “The Posters Came From The Walls” (Jeremy Deller y Nicholas Abrahams, 2008) celebran anualmente el cumpleaños de Dave Gahan con un desfile por San Petersburgo que al casting de new romantics que el documentalista D. A. Pennebaker eligió en “101” (1989) para acompañar al entonces cuarteto –Dave, Martin, “Fletch” y Alan Wilder, este último miembro hasta 1995– en el tramo final de la gira de “Music For The Masses” (Mute, 1987), que duró desde el lanzamiento del álbum en otoño de 1987 hasta el verano de 1988.
En Depeche Mode hay afición por los rituales: las ceremonias negras, los códigos BDSM, el imaginario católico, el oleaje de los brazos del público cuando interpretan en vivo “Never Let Me Down Again”. Montar ruedas de prensa para hacer anuncios es otra de las tradiciones de los de Basildon. Y la del 4 de octubre en Berlín, anunciada con publicaciones enigmáticas en redes sociales para crear hype, incluyó breves fragmentos de dos canciones de “Memento Mori” –una de ellas con un estribillo con potencial de hit de radiofórmula, si es que eso existe aún– y tuvo como maestra de ceremonias a Barbara Charone, periodista pionera en la testosterónica prensa musical británica de los años 70 reconvertida en empresaria de las relaciones públicas con clientes como Madonna, Primal Scream y, por supuesto, Depeche Mode. La conversación fue caótica y poco sustanciosa, pero permitió ver y oír de cerca a Dave Gahan, con traje y botines lustrosos, y a Martin Gore, con bomber, pantalón militar y botas ciberpunk. Los dos de negro riguroso salvo por el pañuelo rojo que le asomaba a Gahan por el bolsillo, a juego con el nuevo logo de la banda, estampado en el photocall del vestíbulo del Berliner Ensemble y que incorpora el título “Memento Mori”.
Tal como explicó en Berlín Gore, responsable del título, la frase –“recuerda que morirás”, en latín– tiene su origen en el Imperio Romano: en los desfiles de la victoria, era repetida a oídos de los vencedores para que no se les subieran los humos. Una cura de humildad, apuntó Gahan. Y como prueba de nuestra inevitable condición mortal, la imprevista marcha de Andy Fletcher a los 60 años por causas naturales –un desgarro en la aorta–, que llegó cuando el título del álbum ya estaba decidido y el grupo a punto de entrar en el estudio. Hasta entonces la evocación de la muerte en el disco conectaba con el hecho de que nació durante la pandemia, entre imágenes de morgues improvisadas en polideportivos y relatos de personas que desaparecían sin poder decir adiós en los hospitales. De repente la muerte de “Fletch” las mostraba bajo otro prisma.
Tanto Gahan como Gore relataron cómo se le había echado de menos durante el proceso creativo: las bromas en el estudio, no encontrárselo fumando en el balcón de la habitación de al lado en el hotel… “Esas son las cosas que echas de menos de alguien, las cosas que das por sentado cuando está ahí”, dijo Gahan. Gore contó cómo el hecho de grabar este disco en su casa en Los Ángeles en lugar de en un estudio en el que el grupo hubiera grabado antes contribuyó a hacer menos extraña su ausencia. “Pero cuando llegamos a Berlín el sábado por la noche entré en el hotel y vi el bar donde estoy tan acostumbrado a ver a Andy, eso me chocó”. Según avanzaron, el grupo está trabajando en incluir un homenaje a “Fletch” en la gira, durante una de sus canciones favoritas.
Sobre la composición, Gore y Gahan –que firma alguna de las canciones de “Memento Mori”, algo habitual desde “Playing The Angel” (Mute, 2005)– estuvieron intercambiando los materiales que acabarían siendo el álbum: “Yo con mis cositas, tocadas mal a la guitarra, grabadas con mi iPhone, las enviaba a Martin y él me las devolvía con su preciosa voz angelical, trocitos que de repente se convertían en canciones”, contó Gahan. Para la grabación, repitieron con el productor de “Spirit” (Mute, 2017), James Ford (Arctic Monkeys, Florence + The Machine), y con Marta Salogni (Björk, Sampha, M.I.A.), que trabajó en el disco de Gahan con Soulsavers “All Of This And Nothing” (2015).
Después de la rueda de prensa, Dave Gahan y Martin Gore atendieron a algunos medios de manera individual y tuvimos la oportunidad de sentarnos diez minutos, cronometrados, para que Gore nos respondiese algunas preguntas.
Cuando Depeche Mode fuisteis incluidos en el Rock & Roll Hall Of Fame en 2020, en vuestro discurso de aceptación dijisteis que la música os salvó, que os ayudó a encajar, a sentiros parte de algo. La música de Depeche Mode ha hecho sentir así a mucha gente. ¿Os sentís responsable por ellos? ¿Sentís que tenéis que seguir haciendo música y girando para no defraudarlos?
Creo que sí. Pero más que eso, creo que nos volveríamos locos si no hiciéramos música. Desde muy joven toda mi vida ha girado en torno a la música. Cuando tenía 13 años y repartía periódicos lo hacía para ahorrar dinero y comprar singles. Pero con eso no terminó la cosa: cuando tuve un poco más de dinero, me pude comprar álbumes trabajando en un colmado (risas). Y continúa siendo igual, sobre todo después de la pandemia. Después de tener tanto tiempo libre. Esta es la primera vez que no hemos sacado un álbum en seis años: serán seis años para cuando este salga a la venta. Así que de verdad creo que nos volveríamos locos si no hiciéramos esto.
El “Global Spirit Tour” fue vuestra gira más larga hasta la fecha y, en una entrevista, Dave Gahan afirmó que había acabado quemado. ¿No haber podido actuar debido a la pandemia ha renovado vuestro deseo de hacer otra gira?
Creo que sí. Hará mucho tiempo desde que hicimos nuestro último concierto. Eso fue en julio de 2018. Así que, sí, tenemos muchas ganas.
Habéis confirmado que Anton Corbijn –fotógrafo, cineasta y director creativo, colaborador de Depeche Mode desde 1986– ya está trabajando en el diseño, las fotos y los visuales que ilustrarán “Memento Mori”, tanto el álbum como la gira. Cuando en una entrevista le preguntaron qué tiene la música de Depeche Mode que la hace tan universal, respondió que son las letras, que le aportan a la gente en situaciones difíciles. Como principal compositor de la banda durante más de cuarenta años, ¿cómo lo has conseguido?
Creo que la gente dice que hay que dedicarle diez mil horas para hacer algo bien. Desde muy joven solía comprar revistas que incluían las letras de las canciones de las listas de éxitos. Y cuando supe tocar algunos acordes solía sentarme a practicar cómo tocar todas las canciones de la lista. ¡Y eso es lo que hice durante la mayor parte de mi adolescencia! Así que quizá eso me ayudó a la hora de componer.
En “101”, Andy Fletcher describió su papel en Depeche Mode como el que mantenía la banda unida. ¿Cómo ha afectado su muerte a las dinámicas entre Dave y tú?
Creo que a Dave y a mí nos ha unido. Como solo quedamos dos, tenemos que acercarnos. Pero ha sido muy natural. Por supuesto que echamos de menos a Andy. Pero tenemos que esforzarnos y seguir adelante.
El disco ya se titulaba “Memento Mori” antes de la muerte de “Fletch”. ¿La pandemia os recordó que todos somos mortales? ¿Te asusta la muerte?
Creo que la pandemia lo hizo más presente. Pero también envejecer. Es algo que me ha perseguido. No me importaban los 58, no me importaba tener 59. Pero por alguna razón, cuando llegué a los 60, me sentí realmente como si ya tuviese un pie en la tumba al menos.
¿Sentiste algo parecido cuando cumpliste los 40?
No, no. Fueron los 60 el gran punto de inflexión para mí.
El vídeo del concierto en vivo de vuestro “Tour Of The Universe” se grabó en Barcelona, donde regresaréis en junio dentro del festival Primavera Sound, también en su edición en Madrid. ¿Cómo es vuestra relación con la ciudad de Barcelona y con vuestros fans de España?
Siempre es una alegría tocar en España. El público es siempre muy entusiasta. Y, ya sabes, pasamos mucho tiempo en España. Grabamos en Madrid una vez (se refiere a “Songs Of Faith And Devotion”, de 1993). Es divertido ir allí.
¿Qué les dirías a los fans que piden que Alan Wilder vuelva a unirse a la banda para continuar siendo tres?
Creo que es algo en lo que ni siquiera hemos pensado, si quieres que te diga la verdad. Ya sabes, creo que después de la muerte de Andy a la gente pueda parecerle natural que volviese Alan. Pero Alan tiene una vida. Y dejó el grupo en 1995. ¡Ha pasado mucho tiempo! (risas).
¿Cómo recuerdas los años 90? Ya teníais mucho éxito, pero fue un período tormentoso en el que Dave luchó con la adicción y sufrió una sobredosis. ¿En qué se diferencían los Depeche Mode de hoy respecto a aquellos?
Bueno, creo que estábamos bastante locos durante los 90. Probablemente esa fue una de las razones por las que Alan se fue. Pero, ya sabes, hoy en día somos mucho más sensatos. Nos centramos en la música.
¿Y más sabios?
Me gustaría pensar que sí. ∎