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Jorge Martínez: en el nombre del rock

El galopante y agresivo cáncer que se ha llevado por delante a Jorge Martínez, fundador del grupo Ilegales, deja huérfana a la comunidad del rock y del punk en España. También a los simpatizantes de la insurrección como forma de vida. Su espíritu contestatario, su afán provocador y su fabulosa calidad humana hacen sentir profundamente la marcha de uno de los últimos iconos de la música forjados en la segunda mitad del siglo XX. En un panorama en el que hay más presencia de chándal que de chupa de cuero, más tejido sintético que algodón almidonado, empiezan a divisarse reflexiones algo nostálgicas y apocalípticas en las que la sensación de estar quedándonos sin mentores o hermanos mayores aflora asiduamente. María Ballesteros del Prado, colaboradora de Rockdelux, recoge algunas de ellas en esta columna.

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E

n el universo de la irreverencia tan solo orbitan unos cuantos seres humanos que se atreven a mostrar la filosofía más deslenguada y astuta. En Jorge Martínez (1955-2025), líder de la banda de rock Ilegales, residían las cualidades de mirar fijamente el presente y no amedrentarse ante el destino incierto. Ideólogo genuino de su camino vital y profesional, usó la provocación y el ingenio como cimientos de una existencia afilada e ilustrada en la que todas las aristas de sus reflexiones campaban a sus anchas en las letras de sus discos y en sus declaraciones.

La obra de Jorge Ilegal –así se le conocía– era una sastrería del incordio; un dedo índice que sistemáticamente se metía en el ojo ajeno, la colleja que no se veía venir. De la misma manera que hay profesionales de la tertulia, en Jorge residía un profesional de la crudeza en historias que narraban verdades como puños. Con su banda Ilegales, en activo desde 1982, con más de una decena discos en estudio, vivió un hiato temporal entre 2010 y 2015.

Estos son unos tiempos como otros cualquiera, pero es un hecho que el mundo en el que hemos crecido algunas y algunos se va acabando. Seguimos necesitando líderes –femeninos y masculinos– intelectuales, creativos y variados que molesten; notas discordantes y voces que nos hagan pararnos a pensar para reafirmarnos en nuestros puntos de vista o ponernos en la tesitura de permitirnos la posibilidad de cambiar. Estar vivo es una misión, no solo una condición. El anclaje y el compromiso con la realidad a veces supone tan solo leer o escuchar una frase de alguien a quien se admira o a quien se desprecia. Porque las ganas de apoyar o de rebatir un argumento deberían imperar en la importancia de sentir o la urgencia de decidir la identidad.

Rostro esculpido por la vida.
Rostro esculpido por la vida.

Desde que se comunicó ayer la noticia de su fallecimiento en Oviedo, la memoria y los nudos en la garganta se han llenado de tristeza, lágrimas, palabras y recuerdos. Charlando ayer por la tarde con Jorge Muñoz-Cobo, fundador de Doctor Explosión, brotaron emociones y recuerdos al otro lado del teléfono: “A Jorge lo conocí teniendo yo 11 años y el 25; él era amigo de mi hermano mayor. Enseguida nos hicimos amigos, aunque yo era muy pequeño, porque a los dos nos encantaban los soldaditos de plomo”. Tremendamente afectado por la marcha de “su hermano mayor”, como él lo llamaba, asegura que la vida de su tocayo “fue una declaración de principios y de coherencia. Fue amigo de sus amigos”.

“Joven y arrogante”, publicado en 2025, fue el último disco de la banda. Pero en este presente año también quiso cantar “Rock suave” en “Corazones legendarios”, el disco de grandes clásicos de Loquillo, de quien era amigo del alma y con quien compartió otra canción: “Tantas veces me he jugado el corazón”. El artista de Barcelona le escribió ayer una emotiva carta, publicada en la edición online de el diario ‘El Mundo’, que se abrocha con un párrafo que resume la filosofía vital de un artista irrepetible:Hoy se nos va un músico que empuñaba una guitarra como quien coge con dureza y resolución un subfusil Thompson. De cuando el rock era peligroso y visceral, con la intuición necesaria y el porte de la nobleza heredada. [...] Hasta siempre, camarada, tu legado permanece”.

Primeros tiempos, tiempos salvajes.
Primeros tiempos, tiempos salvajes.

Algo en lo que también coincide Josu García, productor de “Corazones legendarios” y guitarrista de la banda de Loquillo desde hace décadas: “Una de las cosas que más me gustan del talento que tenía Jorge, aparte de su acierto y su acidez a la hora de componer letras, era su faceta de guitarrista, y es algo que quiero poner de relevancia. Era un guitarrista de primerísimo nivel; un tipo con un sonido y una forma de tocar muy peculiar”.

Los tres primeros discos de Ilegales –“Ilegales” (Hi-Fi Electrónica, 1982), “Agotados de esperar el fin” (Epic-Sociedad Fonográfica Asturiana, 1984) y “Todos están muertos” (Epic, 1985)– son trabajos alabados por un gran número de fans de la banda en sí, por melómanos y otros profesionales de la cultura. Entre ellos, Marcela San Martín Hermosilla, coordinadora de la Asociación MIM e icónica exprogramadora de la sala El Sol (Madrid): “Nos quedamos huérfanos de una mente privilegiada y sin uno de los grandes compositores de este país”. A la chilena, Jorge cariñosamente la llamaba “Marcelona” –ella a él “Jorjón”–y contaba con ella cuando viajaba a Madrid para que lo acompañara a comprar soldaditos de plomo.

Con Willy Vijande y David Alonso, en 1986; en la época de “Directo”.
Con Willy Vijande y David Alonso, en 1986; en la época de “Directo”.

La personalidad de Jorge ante la cámara de fotos tanto en los conciertos como en sesiones de estudio es algo que conoce bien uno de los fotógrafos de esta casa, Alfredo Arias, quien retrató a Jorge en diversas ocasiones desde finales de los años noventa: “Era una pasada de tío, muy divertido. Alguna vez, después de una entrevista, hasta nos hemos ido por ahí de juerga”, comenta. Y recuerda una anécdota: “Me acuerdo de que vi con mi madre, justo cuando pasó, la famosa frase que dijo Jorge en televisión: ‘Señora, si no le gusta mi careto cambie de canal’”. Arias se refiere a ese momentazo televisivo en el programa “¡Qué noche la de aquel año!”, de 1987, que presentaba Miguel Ríos en La 1.

Sergio Albert, otro fotógrafo colaborador de Rockdelux que le hizo un retrato recientemente, asegura haber tenido delante del objetivo a “un torrente rockero y sin complejos al que se le notaba que había vivido; formaba parte de la vieja escuela”.

Este próximo domingo, 14 de diciembre, RTVE emitirá el documental “Mi vida entre las hormigas” (Chema Veiga y Juan Moya, 2017) dentro del programa “Imprescindibles”. En él no solo se repasa la trayectoria del grupo sino que se abordará la figura de este asturiano leído y deslenguado que espetó frases como el escándalo vende. Los Rolling Stones se han dado cuenta de eso, antes de ellos Elvis Presley, los Sex Pistols lo han entendido bien… Ilegales no nos íbamos a quedar atrás”.

Precisamente, las bandas que menciona en esta frase, además de ser iconos intergeneracionales, son formaciones con una estética muy creativa. Cabe destacar que para el primer disco de la formación, Jorge y los suyos escogieron una fotografía coloreada de la ya también desaparecida (e irrepetible) Ouka Leele (1957-2022). Algo que le atrajo en su momento a Carmen Torreblanca, editora de la publicación colectiva ‘Cosas bellas por las que matar’: “Es un disco que para mí es obra maestra; primero conocí la portada, la veía en el catálogo BID de Discoplay. Una imagen potentísima e impactante con la pistola en la sien”. Esta instantánea, efectivamente potentísima, fue reinterpretada y protagonizada por el fundador de Ilegales además de servir como portada de “Once canciones ilegales” (La Casa del Misterio, 2010), que recogía las canciones inéditas incluidas en la prolija caja recopilatoria “126 canciones ilegales” (Peermusic-Avispa, 2009).

Érase un hombre a una guitarra pegado. Foto: Facebook Ilegales
Érase un hombre a una guitarra pegado. Foto: Facebook Ilegales

Por su parte, la artista Gema Polanco recuerda que lo conoció en un concierto mientras ella y su pareja de entonces (Rafa, ilustrador bajo el alias Industrias Doc) acudieron a ver a Ilegales a la sala Apolo (Barcelona) allá por 2018: “Yo a Ilegales no los conocía mucho, pero al comenzar a escucharlos entré en su universo, me transporté a la radicalidad del amor e incluso de la violencia que transmitía Jorge en las historias de sus canciones”. También cuenta que, tras el concierto, pudo conocerlo: “Me impresionó muchísimo en el primer momento que lo tuve delante .pero resultó ser un tipo familiar y cercano”.

Desde Rockdelux terminamos este repaso a la figura de Jorge Ilegal con Jorge Navarro, letrista y bajista de Biznaga. Probablemente esta banda ya se ha convertido en la heredera de la fundada por el avilesino gracias a su sonido contundente y a sus historias directas y precisas. Navarro destaca que “tanto lírica como musicalmente, era un grupo muy sólido que ofrecía una personalidad a la hora de hacer canciones; sabían lo que hacían especialmente con su arrogancia encima del escenario”. Y finaliza su declaración de intenciones con agradecimiento: “Ilegales nos ha inspirado en la manera de afrontar el rock. Incluso nos hemos fijado en alguno de sus temas para poner en pie esbozos de canciones de Biznaga como ha sido ‘Una ciudad cualquiera’, que le debe bastante a ‘Agotados de esperar el fin’”.

Porque el presente está repleto de tiempos nuevos y salvajes, ya es un hecho que el legado de Jorge Martínez nos va a acompañar siempre. ∎

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