Canción del día

Benefits feat. Shakk

Divide2025
Mensajes políticos. Foto: Tom White
Mensajes políticos. Foto: Tom White

Las orillas de la desembocadura del río Tees, en el condado de North Yorkshire, y el entorno urbano industrial que las rodean han sido lugar de agitación social a lo largo del siglo XX, ya fueran sus movimientos proletarios y sindicales vinculados a los sectores del hierro, la petroquímica o la construcción naval, o la aparición de bandas punk de discurso revoltoso como Discharge. Benefits son los inspirados continuadores de estas tradiciones de denuncia y mirada crítica, planteándose como proyecto marcadamente político, algo que ya demostraron en su LP debut, “NAILS” (2023).

Aunque actualmente son solo dos sus miembros permanentes, su idea inicial era plantear el grupo como un colectivo, razón por la cual en su inminente segundo disco – “Constant Noise”, se publicará el 21 de marzo– contarán con diversidad de colaboradores. En “Divide” recurren muy inteligentemente a un colega de la zona, el rapero Shakk, quien da réplica feroz, cálida y ágil a las elucubraciones más dramáticas de Kingsley Chapman, que hace las veces de cantante (en los primeros minutos de la pista, más sometido a la intensa cadencia) y orador (hacia la mitad, cuando se aproxima a los versos de forma más enunciativa).

Protesta y poesía se entremezclan en el largo y rico texto, extremadamente cuidado, repleto de imágenes evocadoras y embestidas contra una retahíla de temas (mayormente la preocupante polarización de la sociedad causada por la manipulación política y mediática). La rabia lírica, que cuenta con sus pequeñas dosis de sorna sin nunca perder una solemne seriedad, encuentra una natural acogida en la composición musical, ejecutada por Robbie Major, el encargado de los aparatos.

La primera sección del tema la constituye un loop austero de profundos bajos gomosos y beats que traen a la mente tanto garitos berlineses como chicaguenses, contundentes y de regustillo tribal; desaparecen temporalmente para dar paso a un pasaje airoso de electrónica más progresiva. A medida que la dicción de Chapman se va tornando más virulenta, y va en aumento el ardor generado por su diálogo con Shakk, regresa el ritmo inicial, ahora apuntalado por los barridos texturales de los sintes, generando un clímax eufórico conformado por un denso tráfico de capas y palabras. Una estructura en principio simple, pero ejecutada con estilo, que además, junto a los avances anteriores del nuevo álbum –la más relajada “Relentless” y la clubera “Land Of The Tyrants”–, nos revela una versión más EDM de la formación, una deriva hacia un sonido bailable un tanto alejado del noise rock industrial de sus inicios que, en cierto modo, demuestra el instinto camaleónico de un grupo todavía difícil de clasificar y cuya evolución musical, afortunadamente, no parece acarrear una alteración de su combativo discurso e ideas progresistas. La canción viene acompañada de una pieza audiovisual de diez minutos que combina la interpretación en directo del tema y una entrevista que nos permite conocer más a fondo sus planteamientos artísticos. ∎

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