Billy Bragg siempre está ahí cuando se le necesita. Sin hacerse adalid de nada, sin destacar más de lo estrictamente necesario, lo que presta para las mejores causas es la honestidad, la credibilidad, la grave verdad de su voz. Lo hizo en sus comienzos, en los primeros años ochenta, en tiempos duros para la clase obrera británica con el Red Wedge, en distintos momentos para defender los derechos humanos o luchar contra el racismo y el fascismo, insuflando esperanza y solidaridad con himnos como “There Is Power In A Union” (1986).
Ahora Billy Bragg lanza una canción en defensa de Palestina y para acompañar a la flotilla Global Sumud que ha zarpado de Barcelona para tratar de llevar ayuda humanitaria a Gaza. Canción protesta, sería considerada en otro tiempo. Pero lo que se cuenta en ella es demasiado doloroso y terrible, y Billy Bragg nunca ha optado por la proclama con altavoz, sino por dotar a sus palabras y su canto de la gravedad y la firmeza que precisan para no ser simples eslóganes, para lograr la trascendencia.
“Hundred Year Hunger”, que toma el título de un reciente libro de E. Mark Windle, incide en el hambre que está sufriendo Gaza por los bombardeos y el asedio de Israel como la culminación de todo un siglo de hostigamiento, desde los tiempos del imperialismo británico. Bragg compone esta balada fortificada con sus mejores armas, la sencillez más contundente en las palabras y las melodías, para describir la situación que ha llevado hasta aquí. “Vivimos durante décadas en un campamento / una estrecha franja a lo largo de la costa / donde la desesperación llenaba cada día / y el hambre acechaba en cada hogar”. Una nota de piano repetida de JJ Stoney evoca el goteo de víctimas, antes de entrar a un estribillo tan “afligido” como categórico. Con la palabra sumud, que significa “firmeza” o “perseverancia”, como estandarte, acuña para el estribillo expresiones tan rotundas como “la existencia es resistencia” o “no dejaremos esta tierra”.
“Hundred Year Hunger” es otra canción noble y relevante, y no solo una tonada utilitaria y solidaria. Es Billy Bragg en estado puro, atento a su tiempo, a los necesitados, discreto, inmarchitable, insobornable, siempre con la cabeza alta y la voz clara. ∎