La catalana Maria Rodés no deja de sorprender por todas las caras musicales que puede ofrecer; ahí radica su riqueza y su versatilidad. Y además es que vence y convence. Ha pasado del pop al folk, coplas mediante, y ahora se adentra por nuevas sonoridades con su flamante nuevo single “El parque”. Una canción que destila un creciente y luminoso pop electrónico junto a La Bien Querida, como queriéndose mimetizar con el sonido de Ana Fernández-Villaverde, en un dúo total que se ensambla a la perfección. Produce, mezcla y masteriza con precisión Joel Condal, quien ha trabajado con Nico Roig, Ramon Mirabet, Maria Arnal i Marcel Bagés o Magalí Saré i Sebastiá Gris, entre otros.
Es una canción que retrata la desolación del amor no correspondido. Del olvido, de la negación. Pero que también habla de cómo se usa a la gente, de las noches cainitas con sorpresa final. La historia avanza dura en la espesura del dolor pero finaliza con cierta justicia poética o reparadora.
Estamos ante una letra muy original, que da la vuelta al destino, o que se ríe de él. Aunque no deja de ser demoledora. “Sé que no te acuerdas de mí / que ni me reconoces / No soy nadie para ti. / Pero está creciendo una ilusión / del fruto de esa noche / contigo dentro de mí”. La vida y sus sorpresas. Los giros inesperados del guion. El estribillo musical sin letra tiene algo de canto popular, como si fuera una coral femenina haciendo piña al unísono.
Una especie de búho anuncia los desprecios, las renuncias. Y aparecen las madres solteras como una marca de los desaciertos, pero sobre todo la historia retrata el revés de los caprichos masculinos. “No sé si lo que voy a decir / Te va a dar igual o te va a confundir / Pero me hace tan feliz / ver lo que llevo dentro. / Hay un milagro en mí”. Otro acierto de Rodés, que actuará el 18 de octubre en el ciclo Ellash de Abrera y el 8 de noviembre en el ciclo Ciclogénesis de Murcia, quien suma enteros de una manera exponencial junto a La Bien Querida, acercándose a un universo más electrónico, sin dejar de soltar su querencia por el pop y por los matices folk. Canción hechizante o de sortilegio feminista. ∎