Hace ya un tiempo que la herencia del cine social abanderada por Ken Loach quedó diseminada entre una nueva generación de directores británicos. Una de las voces que mejor asumió el compromiso de dar cobertura al proletariado inglés y a los expulsados del bienestar fue Andrea Arnold, a día de hoy una de las grandes cineastas del continente. Y si había algún grupo de música actual que pudiese conjugar con su estilo sucio y realista, era Fontaines D.C.
No ocurre cada lunes que en la bandeja de entrada aparezca un clip de la banda de rock más en forma dirigido por la directora de “Red Road” (2006). En realidad, la pieza visual que acompaña a “Bug” es un refrito sonsacado de la última película de esta, la aún pendiente de estreno “Bird”, que Avalon llevará a las pantallas el próximo 29 de noviembre. En este se asiste al desestructurado día a día de un padre soltero bajo la mirada de una hija entrando en la pubertad. Ambientes golpeados de una casa okupa en Kent donde se suceden las fiestas, las rayas de speed y madres y padres solteros muy jóvenes (no) haciéndose cargo de hijos que comprometen aún más su precariedad.
El actor de moda, Barry Keoghan, se convierte en este montaje readaptado para la música de la banda irlandesa en motor anímico. Un retrato realista de esos ambientes de los council estates a los que el cine social de esas procedencias recurre con asiduidad. Y pese a que las imágenes no fueron originalmente concebidas para apoyar la partitura de “Bug”, no cabe duda de que los universos de Fontaines D.C. y Andrea Arnold parecían destinados a encontrarse. ∎