Nicki Minaj se revela como MAGA, Kacey Musgraves visita una sauna gay y el abogado de Manos Limpias abre los ojos

El pasado 18 de noviembre, Nicki Minaj plantó su conio en un evento de la Organización de las Naciones Unidas para representar al gobierno de Donald Trump. La reunión estaba organizada por Alex Bruesweitz (asesor de Trump) y contaba con la presencia de Mike Waltz, el embajador de Estados Unidos ante la ONU. ¿Y qué iba a hacer la rapera con la boca más sucia de las dos costas yanquis en un evento de este calibre? Básicamente, iba a contar un cuento terrorífico sobre la preocupante y urgente crisis que está provocando la “persecución” de los cristianos en Nigeria. Es decir: otra nueva crisis inventada por el gobierno trumpista.

Y digo yo: ¿puede existir algo más inquietante que la Minaj agradeciendo públicamente a Trump por su labor como presidente en un evento de las Naciones Unidas? Pues, mira, sí. Porque lo que no puedo quitarme de la cabeza es lo esperpénticamente grotesca que se ve esta mujer en zapatos planos y sin taconazos. Aunque, al final de todo, ya nada nos sorprende en esta distopía que nos ha tocado vivir precisamente por lo que apunta este bluit: “Una de las cosas que hacían los fascistas en su época era un esfuerzo coordinado para que la población sintiera que sus vidas eran menos ‘reales’, porque si todo parece irreal, entonces es mucho más fácil salirse con la suya con cosas atroces”. Esto no quita, sin embargo, que la visita de la artista a la ONU nos dejara a todos un poco así.

Aunque la cosa no se detuvo ahí y la pelota (de mierda) siguió rodando en los siguientes días, haciéndose cada vez más y más grande. Porque Nicki Minaj ya no se corta ni un pelo: empezó republicando stories de la Casa Blanca y, cuando quisimos darnos cuenta, ¡sorpresa!, la tía se cascó un tuit que no debaja espacio para la duda: la Casa Blanca pintada de rosa y Chucky con cara de “se vienen cositas 🔥”. La confirmación de su conversión en la Barbie MAGA. Algo que, de hecho, muchos declaran como el desenlace final de un arco argumental MAGA que se veía venir de lejos pero que, aun así, está levantando teorías variopintas: que si lo hace para llamar la atención, que si lo hace porque está hasta el cuello en los “Epstein Files”…

Lo haga por lo que lo haga, ya no hay vuelta atrás para Nicki MAGAj. Lo que tiene a medio internet picueto porque esta caída de máscara ha coincidido con lo que en redes se ha dado en llamar el #pinkmaga, un hashtag que muchos creen que tiene que ver con lo de esta tipa pero que es mucho mejor que eso: tiene que ver más bien con un jersey rosa que ha hecho que les pete la cabeza a los conservadores. Así que, una vez aclarado esto, quedan muchas otras cosas que aclarar. Por ejemplo, ¿se viene colabo musical de Minaj con Trump? Y lo más importante: ¿cómo puede haberle sorprendido a nadie esta revelación política de la artista cuando ella misma nunca escondió su filiación republicana en letras antiguas como esta o esta otra?

Las reacciones en redes sociales, eso sí, no han dejado espacio para la duda. Obviamente, ya hay quien mete el dedo en la llaga del meltdown que va a suponer para muchos barbz que su ídola no solo sea pro-Israel, sino también MAGA. Y, mientras algunos ya han empezado a currarse recreaciones al estilo “South Park” de todo este culebrón, otros están derrumbándose ante el dramón que supone para ellos borrar a Nicki Minaj de todas sus playlists. Toca aplicar la tolerancia cero, claro, pero también recordar que la enajenación de esta señora viene de lejos… Tan de lejos como aquella vez que animó a la gente a no vacunarse contra el COVID porque un amigo de su primo de Trinidad se había puesto la vacuna y acto seguido se le encogieron los testículos. O tan de lejos pero también tan cerca como el hecho de que la tía está casada con un presunto exviolador, algo que queda perfectamente resumido en este bluit: “woman married to rapist big fan of other rapists” (“mujer casada con un violador es gran fan de otros violadores”).

En el intermedio de esta semana, Kacey Musgraves se ha convertido en la diva más compartida de la semana gracias a este vídeo (y, bueno, claro, también a todas las versiones como esta otra en la que los fans inmortalizaron el momentazo en cuestión) en el que, durante un concierto, explica cómo fue a relajarse a una sauna en la ciudad de Sídney. El plot twist viene cuando, en la puerta, ¡sorpresa!, la tía se da cuenta de que el lugar es un poquito gay, ya que para explicarle lo que va a encontrar en el interior, le hablan de áreas de cruising y de un total de 23 habitaciones húmedas disponibles. Pero, espera, ¿creías que la historia acababa aquí? Para nada, porque el segundo plot twist llega cuando, ¡sorpresa!, la artista decide entrar igualmente porque le apetece hacer amigos y, de paso, aprender alguna que otra cosilla.

¿Es todo esto una verdadera sorpresa para alguien? Si lo es, debe ser porque ese alguien no ha estado en ningún concierto de Kacey Musgraves. Yo mismo recuerdo un show glorioso de la artista en el Primavera Sound en el que el frontal del público a pie del escenario estaba completamente invadido por centenares de maricas que nos conocíamos de cancanear por los bares o que nos reconocíamos los unos a los otros gracias a las redes sociales. Ese es el público natural de otra diva que, hasta que se demuestre lo contrario, es un homosexual más.

Así que una cosa tengo clarísima: Kacey Musgraves nunca nos dará una ¡sorpresa! como la de Nicki Minaj, virando hacia el trumpismo. Para empezar, porque la tía no se ha cansado de criticar a Trump a la mínima ocasión. Pero, sobre todo, porque ¿cómo va a acabar siendo trumpista una diva que se lo ha pasado tan bien en una sauna gay?

La última “sorpresa no sorpresa” de la semana es, probablemente, la menos sorprendente de todas. Y es que resulta que, el pasado martes, el abogado que representaba a Manos Limpias en el caso de Begoña Gómez, Carlos Perales Rey, presentaba su renuncia. Recordemos: la esposa de Pedro Sánchez lleva siglos varada en uno de los procesos judiciales más esperpénticos de la historia de este país desde que Manos Limpias la denunciara usando noticias falsas. Ahora, sin embargo, Perales Rey decide que, ¡sorpresa!, ya fue suficiente de “utilización espuria de la jurisdicción penal” y no solo renuncia, sino que lo hace con un comunicado en el que, de paso, “DENUNCIA que el PROCEDIMIENTO es MEDIÁTICO y POLÍTICO y no responde a razones jurídicas, algo contrario a la deontología del colegio de abogados”. Dicho a las claras: es todo un montaje sin fundamento alguno más allá de los interés políticos que todos conocemos.

En Manos Limpias se han apresurado a tildar la actuación del abogado como una violación del código ético, pero eso no quita que, entre el nombramiento de Teresa Peramato como Fiscal General del Estado y esto, “A Feijóo se le ha adelantado el Black Friday al Tuesday”. Un martes negro para algunos, pero bien gozón para medios como Spanish Revolution, que se han lanzado a sobreanalizar lo ocurrido para acabar subrayando una de las frases empleadas por el mismo Perales Rey en su comunicado: “La abogacía no puede confundirse con el activismo político”.

¿Y cómo llevan las redes esta “sorpresa no sorpresa”? Pues, tras el shock inicial, ya hay quien está sugiriendo que Begoña Gómez pase de denunciada a denunciante. Pero lo que más está abundando es el sanísimo ejercicio de hacer leña del árbol caído, entendiendo aquí el “árbol caído” como un Carlos Perales Rey al que por ahí están llamando lince e incluso bautizando como “el tío más perdido de España”.

Aunque, como siempre, lo mejor son los memes y los gifs, especialmente para imaginar el momento justo en el que el abogado llega a su límite, ya sea al darse cuenta de que Manos Limpias “es una organización de activismo político” o “al ver la novena querella de la semana porque alguien dice que la virgen es fea”. También para escenificar “la cara de los de Manos Limpias al leer el WhatsApp del abogado en el grupo ‘Hundamos al perro’”. Aunque el premio de la semana al mejor y más certero va a parar a quien sea que trajera hasta las redes esta mítica escena de “Casablanca”. Y ya está. Ya podemos dejar de fingir sorpresa… por lo menos hasta el próximo Haciendo Scroll. ∎