¿Cordero western? Si los sombreros de cowboy ondean al viento de Riaza, Segovia, eso solo puede querer decir que ha vuelto el Huercasa Country Festival. Un oasis de música vaquera y aledaños –de southern rock a country-rock pasando por la americana, el blues, el soul, la psicodelia garagera o el rockabilly– en un entorno refrescante.
Es el sueño de quien dirige la marca segoviana que da nombre al festival, un loco del country que quiso convertir Riaza en algo parecido a una sucursal de Nashville. Uno se lo acaba creyendo cuando observa esa densidad de sombreros, a los obsesos del line dance que se pasan dos días repitiendo incansables los mismos pasos, el altísimo porcentaje de botas y camisas inequívocamente vaqueras e incluso algún que otro poncho de rayas a la manera de Clint Eastwood en un spaghetti western (el fresquito arrecia en la noche riazana).