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Jules Feiffer, artista total y maestro del cómic, fallece a los 95 años

Su trabajo cambió para siempre la manera de hacer humor gráfico, pero también fue un escritor reconocido. Pionero y finalmente canon, ganador del Pulitzer y del Óscar, Feiffer pertenece ya al Olimpo de los clásicos de la cultura norteamericana.

Jules Feiffer, con su tira “Sick, Sick, Sick”, en 1958. Foto: Dick DeMarsico
Jules Feiffer, con su tira “Sick, Sick, Sick”, en 1958. Foto: Dick DeMarsico

La familia de Jules Feiffer (1929-2025) comunicó que el artista, de 95 años, falleció el pasado 17 de enero debido a un fallo cardíaco, en su casa de Richfield Springs, Nueva York. Feiffer nació en 1929 en el barrio del Bronx, en Nueva York, así que en su infancia sufrió los rigores de la onda expansiva de la Gran Depresión. Como tantos niños de su época, se refugia en los cómics, sus favoritos son los protagonizados por héroes pulp, como “The Crimson Avenger”. Feiffer crece en el efervescente panorama del cómic de la Nueva York de los cuarenta, y comienza a trabajar con 16 años en el estudio de otra leyenda, Will Eisner. Realiza trabajos como asistente para el cómic “The Spirit”, donde también se foguea con los guiones, dado su oído y su habilidad para el diálogo. Tras su estancia con Eisner, Feiffer crea su primer trabajo completo como humorista gráfico, la tira infantil “Clifford” (1949-1951), que logra vender a varios periódicos.

En 1951 es llamado a filas y no volverá a trabajar como dibujante hasta 1956, año en el que ingresa en ‘The Village Voice’ y se encarga de su propia tira cómica, “Sick, Sick, Sick”. La tira pasará a llamarse “Feiffer’s Fables” y finalmente, “Feiffer, y se prolonga hasta 1997. En “Feiffer”, el artista redefine las reglas del humor gráfico: juega con la repetición y mueve a sus personajes como nadie, con un tono íntimo que se convierte en marca de la casa.

Tira de “Feiffer”.
Tira de “Feiffer”.

Feiffer se convierte en una celebridad. Su trabajo se recopila en varios libros, colabora con ‘The New Yorker’ y ‘Esquire’ y explora otras disciplinas: escribe un par de novelas e ilustra libros infantiles, entre ellos, “La caseta mágica”, escrita en 1961 por Norton Juster.

Profundamente antibelicista, desarrolla junto al director Gene Deitch el cortometraje de animación “Munro” (1960), que cuenta la historia de un niño reclutado por el ejército. El filme se convierte en un éxito y gana el Óscar a mejor trabajo animado en 1961. No será su única experiencia en el mundo del cine: tras firmar varias obras de teatro, el director Mike Nichols, que venía de cosechar un éxito masivo con “El graduado” (1967), adapta uno de sus textos no estrenados sobre las tablas, “Conocimiento carnal”, que se convertirá en una película homónima en 1971. Más adelante escribe el guion del “Popeye” (1980) de Robert Altman (incomprendida en su estreno, película de absoluto culto hoy día) y el de la delirante “Quiero ir a casa” (1989), de Alain Resnais.

Recibió el Pulitzer en 1986 por su trabajo como humorista gráfico. Hasta su fallecimiento, no deja de trabajar: imparte clases en escuelas de arte, dibuja novelas gráficas –“Matar a mi madre” (2014; Sapristi, 2015)– y hasta desarrolla musicales: “The Man In The Ceiling” (2017). Porque el trabajo fue fundamental para Feiffer: “Todos estamos embarcados continuamente en los primeros borradores, en todos los aspectos de nuestras vidas”. Una obra ingente para una de las grandes voces artísticas nacidas en el siglo XX. ∎

“Matar a mi madre”.
“Matar a mi madre”.
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