El arte y la música tienen el poder de hacer que las personas vean más allá, y eso lo entendieron perfectamente en Triángulo de Amor Bizarro cuando invitaron a su amigo y artista polifacético Wences Lamas a diseñar sus propias cartas para la ocasión, con quien también hablamos: “En 2006, la escena musical en Galicia me resultaba muy aburrida hasta que aparecieron ellos, que tenían algo muy puro. Había una mezcla de magia negra, catolicismo y discotecas, todo unido de una forma preciosa. En ese momento, a nivel personal, tuve una especie de revelación mística que me llevó a estar en un régimen hospitalario. Durante mi delirio, de alguna manera los integré en mi experiencia, porque estaba muy impresionado por conocerlos y escuchar su música. Conectar con el universo de Triángulo para estas cartas, que para mí es tan familiar, fue muy fácil, recuperando esas iconografías que ellos han dibujado en su folclore, que al final también son comunes y beben de lo atávico”, explica Lamas.
Como en toda buena jugada, las cartas exigen atención, así que les pedimos un juego para observarlas. ¡Son maravillosas! Como nos habían contado, se trata de un tarot con seis palos, cada uno representando un disco: “Triángulo de Amor Bizarro” (2007), “Año Santo” (2010), “Victoria mística” (2013), “Salve discordia” (2016), “oɹɹɐzıqɹoɯɐǝpolnƃuɐıɹʇ” (2020) y “SED” (2023). “En cada palo hay una carta que representa la portada de uno de nuestros discos, y el resto del palo sigue una estructura con motivos relacionados con ese álbum. También cada disco tiene una representación de cada uno de nosotros, según la época en la que fue grabado. Wences incluso buscó fotos de cómo éramos físicamente en cada momento”, aclara Rafa, antes de añadir que “en algunas ciudades Wences va a estar presente y hará un oráculo grupal para todo el público; luego, si alguien lo prefiere, podrá hacer preguntas de manera privada”.
Durante la actuación, una figura simbólica llamada A Moura, Ente del Vacío, lanza estas cartas al público. “Su nombre está inspirado en los Mouros, una especie de civilización mitológica, los Atlantes, los primigenios”, detalla Rodrigo. “Este ente no lo hará solo. Carlos Hernández, nuestro técnico de sonido, irá acompañándolo y creando un ambiente esotérico de carromato”. Isa puntualiza fervientemente: “Es todo un ceremonial. Nos hemos dado cuenta de que la gente quiere ceremonia”. Para añadir más misterio al proceso, los asistentes revisan las cartas que recogen y verifican si tienen alguna de las seis marcadas. Estas deben entregarse a A Moura dentro de un tiempo determinado. Este ente misterioso sale dos veces, de manera que ni siquiera la banda sabe, mientras interpreta el primer disco, cuál será el segundo.
A través de un correo electrónico, y en colaboración con la tiquetera, se accederá a un extenso manual de 20 páginas donde se desvelará esta liturgia: “Hay personas que conocen de antemano el manual y saben que los discos se tocan en su orden original. Cuando se les pregunta qué canción viene ahora, lo saben. Están ahí, implicados”, nos cuenta Isa. Si las energías se alinean correctamente, también habrá canciones nuevas y otros grandes éxitos que el público solicite. Es importante destacar que en ninguna de las ciudades se repetirá el mismo LP.
Mientras Isa tiene claro que la lectura más armoniosa del tarot viene combinando el primer y último disco, “Triángulo de Amor Bizarro” y “SED”, Rafa nos comenta que para él serían “Año Santo” y “Salve discordia”. Sin embargo, Rodrigo distingue algo aún más especial si sale “Victoria mística”: “Fue un disco superexperimental para nosotros y dio la impresión de que quedó como inacabado. Al tocarlo ahora, tengo la sensación de que estamos completando esas canciones”. Y añade: “Mira, algo muy guay de estos conciertos es que a mí me está llevando no al momento de cuando las tocaba, sino al momento de cuando las hacíamos”.
“La magia rara”, puntualiza Rafa, “es que aún no haya salido ‘SED’”, nos confesaba el pasado miércoles 6, antes del concierto del viernes 8 en Santiago, donde por fin salió “SED” junto al primer álbum del grupo. Rodrigo confesaba que era el disco que más miedo le daba, e Isa concluía que probablemente era Rodrigo el que estaba alterando el curso de los acontecimientos para no tener que tocarlo. Pues parece que Rodrigo dejó de “alterar los acontecimientos” y, finalmente, tuvieron que interpretar “SED”. En cualquier caso, todos ellos son unos auténticos arcanos de La Fuerza, porque preparar más de setenta temas tiene su intríngulis.
De lo que no cabe duda es de que no existe una manera más insólita de rendir homenaje a sus seis discos. Y por si fuera poco, para sucumbir a las tentaciones de sus seguidores, los juegos de cartas estarán disponibles en el puesto de merchandising, junto con las propias láminas: “Cuando expongo cuadros, me gusta que la gente los pueda tocar y hasta lamer. Lo que quiero es que la gente juegue con esto, que lo haga suyo. Al final, lo más bonito es lo que a uno le hace vibrar, lo que le hace sentir. Ojalá se use para jugar al mus, ojalá se usen para preguntar cosas, ojalá se manoseen tanto que dentro de cien años ni se vean”, señala Wences Lamas.
Ceremonia, magia, improvisación y locura. Esto, definitivamente, no hay que perdérselo. ¡Nos vemos en las salas! ∎