Tres niveles. Varios filmes, vídeos, fotografías, ambientes y sonidos. Imágenes, sombras y siluetas. Proyecciones sobre pantalla, cristal o pared. Piezas de una exposición. La de Apichatpong Weerasethakul. Cineasta, cierto, pero esta no es una exposición de un director que juega a exhibir cosas distintas a las que hace cuando rueda una de sus películas. El autor de “Tropical Malady” (2004), “Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas” (2010) y “Memoria” (2021) propone en la íntima e inmersiva –bellísima y en duermevela– “Perifèria de la nit” un deslizamiento por los motivos habituales de su cine a través del sistema expositivo. De hecho cada pieza audiovisual está ligada de un modo u otro a alguno de sus filmes. Un trabajo que da sentido total al concepto, relevante en las últimas décadas, del cine en los museos a través de una redefinición de lo que es el cine y, también, de lo que es un museo.
Los espacios de la antigua fábrica textil de Fabra i Coats son ideales para esta periferia nocturna. Joana Hurtado, directora del centro y comisaria de la muestra, ha debido adaptar a esos espacios –porque el lugar en el que se disponen las piezas y la interacción entre ellas es tan importante como las piezas mismas– una exposición realizada el pasado verano en el Institut d’Art Contemporain Villeurbanne/Rhône-Alpes. Espaciosas salas blancas y, de repente, las imágenes y los sonidos grabados por Weerasethakul, quizá en sus vidas pasadas.