Fidel Oltra

Durante el decenio en que se mantuvo activo, La Dama Se Esconde navegó la corriente principal y remó por la ensenada del culto. Partiendo de la estricta independencia hacia una discreta multinacionalidad, fue presencia más o menos habitual en radiofórmulas y programas consagrados al playback promocional desde mediados de los ochenta hasta el principio de los noventa. Su synthpop de sustrato acústico y lírica neorromántica con denominación de origen Donosti A.F. –antes de Family– acarició de forma pasajera los bastos contornos del mainstream y terminó dejando una huella lo suficientemente profunda para que ahora, treinta años después de su adiós, el periodista Fidel Oltra (Fortaleny, 1966) –redactor jefe de la revista online ‘Muzikalia’– asuma la tarea de glosar aquellos logros con ayuda de Nacho Goberna, cantante, guitarrista y compositor del dúo que completaba el bajista Ignacio Valencia.

El formato conversacional tiene límite de prestaciones, aunque ha proliferado en nuestro ecosistema literario pop asumiendo taras como la univocidad o el exceso de familiaridad entre interlocutores. Lo habitual es encontrarse con diálogos bien avenidos y poco problemáticos sobre cuestionarios informados, pero una parte del éxito en este tipo de empresa editorial depende de la disposición del protagonista a sincerarse o a dar juego –e incluso a transgredir la regla del mismo– si el guion llega a virar hacia zonas incómodas. La elocuencia del entrevistado, su memoria y su manejo de la palabra también determinan el resultado final. Y “Los sueños de La Dama Se Esconde. Conversaciones con Nacho Goberna”, siendo libro de charla, resulta distinto a la mayoría de sus compañeros de estante. Lo es porque en su proceso de creación no solo ha intervenido Oltra con su completo interrogatorio: Goberna –hijo de un pichichi y hermano de cantante eurovisiva– respondió a las preguntas en varios encuentros con el autor, pero completó algunas de las entrevistas teclado mediante y retocó las galeradas por escrito antes de que estas llegaran a imprenta.

El discurso del artista guipuzcoano –otro chico pálido de la playa de Gros– resulta potente y articulado. También es florido, prolijo y muchas cosas más, al fin y al cabo fue él quien escribió “El gris”, “La tierra de los sueños”, “Amenazas” o “Un error de apreciación”. Por eso la lectura de este volumen produce una sensación de extrañamiento –¿habla o escribe?– que aminora conforme el oído se aclimata a la voz literaria de Goberna.

Ese runrún resuena a lo largo de casi 200 páginas, en las que se recorre la vida de un músico ya retirado –también se hace escala en su escasa obra por cuenta propia– que ha conocido el sector y su evolución desde muchos ángulos pero manteniendo ciertas distancias de seguridad con el mismo. Dicho carácter se impone en algunos momentos del coloquio, pero no porque Oltra eluda su cometido, sino porque Goberna nunca abandona el carril de la discreción. Lo cual no quiere decir que aquí falten datos, claves, pormenores, anecdotario, nombres y apellidos. Hay fragmentos del libro –los de la infancia y primera juventud, especialmente– de considerable riqueza narrativa que nos permiten profundizar en el universo del artista. Ese escrutinio se efectúa tanto en lo personal –Nacho es hijo de un futbolista ilustrado y rojo que vivió en la posguerra sin dar la espalda a su ideario y expone su izquierdista condición sin rodeos– como en lo técnico, porque abundan los detalles sobre equipos de sonido, referentes estéticos, influjos artísticos, estados de ánimo o paisajes.

Prologado por un fan antes orgulloso que confeso –Jorge Martí, fuerza motriz de La Habitación Roja– y rematado por breves aportaciones de Clara Collantes y César Bonilla –músicos con los que ha trabajado en su trayectoria solista– más un texto de nuestro compañero Ricardo Aldarondo y otro de Jesús Ordovás, “Los sueños de La Dama Se Esconde. Conversaciones con Nacho Goberna” es un documento valioso, aunque menos espontáneo de lo acostumbrado en este formato. Seguro que los seguidores del grupo –o los interesados en conocer un poco mejor la historia de nuestro pop– agradecerán el esfuerzo que el reservado Goberna ha realizado en él. Como fuente de información para recién llegados, resulta idóneo. ∎