Libro

Garth Greenwell

PurezaLiteratura Random House, 2021

En el año 2014, y dando continuidad al sublime “Ahora es el momento” (2007), Tom Spanbauer publicaba “Yo te quise más” y alcanzaba la cumbre de lo que él mismo había bautizado como “dangerous writing”: una escuela que anima al escritor a llevar hacia el papel todo aquello que lo asuste o lo avergüence. Era (y sigue siendo) una aproximación beligerante a la escritura con un objetivo desafiante: tumbar tabús por la vía de la honestidad. Spanbauer escribió de homosexualidad, VIH y amores adultos… Y lo cierto es que, si hubiera que elegir un heredero para la Escuela del Peligro en la tercera década del siglo XXI, el norteamericano Garth Greenwell (Louisville, 1978) tendría muchas papeletas para hacerse con esta distinción. Porque, después de deslumbrar a la escena literaria internacional con “Lo que te pertenece” (2016), el nuevo manuscrito de Greenwell retrata la existencia homosexual contemporánea como un acto de peligro. Como lo que es.

“Pureza” (“Cleanness”, 2020; Literatura Random House, 2021) no es un libro: es un círculo perfecto formado por tres partes, cada una de ellas de tres capítulos. La primera y la tercera parte se espejan la una sobre la otra y se estructuran de la misma manera a partir de las vivencias del protagonista (el mismo Greenwell) como profesor de inglés en la ciudad de Sofía (Bulgaria). En el centro, la segunda parte actúa a modo de bisagra sobre la que se pliegan las partes circundantes y narra la relación del protagonista con R., un estudiante portugués. Una historia de amor vibrante y deslumbrante en la que un adulto se vuelve a abrir a la vida gracias al contacto directo con la candidez de alguien más joven. Pura transmisión. O puro vampirismo. Depende de cómo se mire.

La primera y la tercera parte, repito, tienen la misma estructura: un capítulo en el que el profesor se encuentra con algunos alumnos, otro centrado en un episodio puramente sexual y uno más sobre la vida social del protagonista, ya sea en un taller de escritores o durante las revueltas búlgaras que se sumaron a la ola de protestas mundiales de principios de la década pasada. Lo que ocurre es que el corazón de la novela, la historia de amor, lo cambia todo, de tal forma que la tercera parte es igual a la primera solo en forma, pero no en fondo. Como toda buena historia de amor, la relación con R. cambia por completo al profesor yanqui, por mucho que sea francamente difícil determinar si le cambia para mejor o para peor.

El peligro y la aniquilación de los tabús se filtran por todos los poros de “Pureza”, ya sea en las descripciones de las revueltas, en la tensión sexual y sensual con los alumnos del protagonista o en el riesgo que supone entregarse a otra persona, especialmente a alguien más joven que se encuentra en un momento vital que nada tiene que ver con tu existencia. Pero, sobre todo, el peligro se siente angustiante y cortante en los capítulos sexuales, en los que Greenwell aborda dos relaciones sadomasoquistas sin dejar espacio para la vergüenza. De nuevo, el autor habla de entregarse a alguien sabiendo que te puede hacer pedazos (el corazón y/o el cuerpo). Peligrosidad emocional y peligrosidad física. Así escribe un Garth Greenwell en el que se trenzan de forma armoniosa y fascinante las tradiciones de dos autores que pueden parecer tan lejanos como el mismo Spanbauer y Dennis Cooper. ∎

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