Película

Pozos de ambición

Paul Thomas Anderson

https://assets.primaverasound.com/psweb/d286i43qs515ygy3lclv_1759329712850.jpg
Por su condición de filme-compendio, la nueva película de Paul Thomas Anderson podría correr el riesgo de quedar reducida a la imitación manierista de sus referentes: la pulsión musical (entre la sinfonía y la pieza de cámara) del cine de Stanley Kubrick, el montaje poético de Terrence Malick, el influjo panteísta de Robert Flaherty o los relatos fundacionales y épicos de “Gigante”, de George Stevens, y “Ciudadano Kane”, de Orson Welles.

Sin embargo, “Pozos de ambición” (2007; en España, 2008) consigue trascender la reconstrucción de los orígenes míticos de la Norteamérica del capital mientras resquebraja los límites del estudio de un personaje. Y lo consigue, sobre todo, gracias al empleo de una escritura violentada por desequilibrios, repliegues y desvíos. Fugas que sugieren la existencia de una estructura abierta, que sin embargo se cierra continuamente sobre el centro gravitacional de la obra: el Daniel Plainview interpretado por Daniel Day-Lewis. Se debería hablar entonces de filme-organismo: una película viva que adopta la lógica destructiva y los déspotas principios de su protagonista y que utiliza todas sus armas (incluidos los ritmos cardíacos punteados por la música que firma Jonny Greenwood) para poner en imágenes su compleja subjetividad. ∎

Sangre, petróleo...
Etiquetas
Compartir

Lo último

Contenidos relacionados