Alessandro Cortini

Siendo su música tan fácilmente catalogable, a menudo, como “banda sonora imaginaria”, llama la atención que el maestro synth Alessandro Cortini no haya compuesto más bandas sonoras reales. Las aportó al documental “Burn” (Tom Putnam y Brenna Sanchez, 2012) o al videojuego “Tom Clancy’s Ghost Recon Breakpoint” (2019), pero estaba por llegar ese proyecto que le diera verdadera visibilidad. La muy vista serie de Netflix “El Monstruo de Florencia” (Stefano Sollima y Leonardo Fasoli, 2025) podría significar el comienzo de una etapa en su carrera, una en la que podría intercambiar todavía más consejos y comentar aún más jugadas con Trent Reznor y Atticus Ross, sus jefes cuando sale de gira con Nine Inch Nails.

Como aquellos aprendieron a hacer para “La red social” (David Fincher, 2010), el músico de Bolonia acompaña sin sofocar a esta crónica negra, negrísima, de los crímenes y posibles orígenes del asesino en serie (o asesinos, quizá nunca se sabrá) más tristemente famoso de la historia de Italia, al que se atribuyen ocho asesinatos dobles entre 1968 y 1985 en la antigua provincia de Florencia. Cortini propone motivos que se van repitiendo a lo largo de la obra sin progresión armónica, en una especie de reflejo sonoro de las diversas, dispersas e inconclusas líneas de investigación del caso en cuestión, que dan para más de una temporada, como deja claro el final de la primera.

Según explicaba Cortini a ‘Billboard Italia’, el trabajo lo llevó a mudarse a Roma para estar en contacto estrecho con el equipo de la serie, incluyendo al montador musical Alessandro Cellai, que combina el score con canciones de la(s) época(s) usadas de manera diegética, como al final del tercer episodio con “Va bene, va bene cosî” de Vasco Rossi. Parecida estrategia usa el teclista de NIN en un tema principal, “La tramontana (Main Title)”, en el que la voz de la actriz Francesca Olia (canturreando el tema con que Antoine concursó en San Remo en 1968) suena casi como una emisión de radio lejana ahogada bajo los sintetizadores.

En la mayoría de ocasiones, las melodías son menos exuberantes y lo importante es crear un clima de desazón, como sucede en “Ambiente 3a”, que sirve para musicar el primer tirón del hilo de la llamada “pista sarda”, que implicó al albañil Stefano Mele (Marco Bullitta), su hermano Giovanni (Antonio Tintis) y los hermanos Francesco (Giacomo Fadda) y Salvatore Vinci (Valentino Mannias), que tuvieron relaciones con la mujer de Stefano. Suena también durante el arresto de France, denunciado por su mujer por abandono del lecho conyugal y amancebamiento. Algo más tenso, pulsátil, es “Tema 6”, como corresponde a un extracto empleado en la inquietante secuencia en que Giovanni se lleva a su cita Iolanda (Lisa Galantini) al lugar donde el Monstruo atacó en 1974. La sombra de John Carpenter, pionero del slasher, asoma claramente en “Mostro River 2”, el sonido de Giovanni descubriendo a la mujer de su hermano Stefano cenando con otro: el terror más inimaginable en una sociedad rural anclada en el patriarcado. ∎