Beach House

Seguimos con los dulces prémium del último Record Store Day. Reconozco haber picado al comprar este nuevo EP, por supuesto transparente, del dúo ampliado de Baltimore, aunque si llego a saber que una semana después se podía escuchar en alguna de esas plataformas… Es broma: no hay nada como desprecintar, olfatear, examinar, descifrar, desnudar y escuchar –lo peor es pagar– un disco de vinilo, aunque cueste cada vez más levantarse del sofá. Algo físico, presente y oficial te da la confianza uterina de la primera mano sin intermediarios digitales sobre los que aún pesa mi desconfianza generacional.

No sorprende del todo saber que los cinco cortes integrantes de “Become” son descartes de “Once Twice Melody” (2022), el último álbum publicado por Beach House. La maestría de estos chicos a la hora de estirar sus propios clichés estéticos para crear canciones es más que patente. Un árbol genealógico que se remonta a la bruma de los tiempos de, ya se sabe, los arpegios pulsantes de Cocteau Twins, sin tanta épica gótica –“American Daughter”–, los neones parpadeantes de Martin Rev, o de un Badalamenti sin giros siniestros –“Holiday House”–, la sencillez lo-fi de unos Young Marble Giants meet Mazzy Star –“Devil’s Pool”–, la tensión guitarrística más amable de My Bloody Valentine –“Black Magic”– o la capacidad melódica de unos Trembling Blue Stars, todavía intacta –“Become”–. No hay desperdicio en esta sabrosa ropa vieja. Además, Victoria Legrand y Alex Scally, con James Barone, ostentan el mérito de componer, arreglar, producir y tocar todo lo que suena en este disco –con la ayuda de David Campbell en las cuerdas de “Devil’s Pool” y “Become”–, que también se beneficia de la corta distancia, léase, de la falta de pretensiones que suele alumbrar estos formatos de compromiso, donde lo que interesa es ir al grano, dejarse de narrativas y adornos, introducciones, transiciones y codas que al final no hacen más que rellenar un pavo que solo necesitaba ojos, patas y dos alas para volar antes de que lo engordaran en vida de forma artificial. De acuerdo, faltan delicadezas tipo “Pink Funeral” o “Sunset”, pero lo que solo parece ser un día más en la oficina para Beach House puede ser un sueño para el resto. Dicen que ya están en otra cosa, que “Become” es algo del pasado. Ya verán como no es así y estas cinco piezas resurgirán en una edición deluxe de “Once Twice Melody”. Tiempo al tiempo. Y mientras tanto, toca esperar qué hay de nuevo. Veremos. ∎