Bill Fay / Bill Fay Group

Posiblemente Bill Fay sea uno de los últimos talentos excéntricos ingleses injustamente ignorados que quedaba por descubrir: acaban de reeditarse de nuevo “Bill Fay” (1970) y “Time Of The Last Persecution” (1971), los dos únicos discos oficiales que publicó hasta la necesaria recuperación que nos ocupa.

En el apartado lírico, su gracia y su originalidad son estratosféricas; sus letras son un mundo aparte, una isla en el archipiélago británico de creadores autosuficientes; una poética tan personal y reconocible como la de Morrissey, Robert Wyatt, Jake Thackray, Ivor Cutler, Patrick Wolf o Mark E. Smith, por citar ejemplos suficientemente dispares. Fay habla de plantarse en un jardín, de construir una cabaña o subirse a un peral, de no tener miedo, de un sol aburrido que está harto de ver siempre las mismas caras, del día omega... y, lo más importante, de las vidas de sus ascendientes inmediatos, un tema sobre el cual la juventud de los sesenta pasó de puntillas. Y no lo hace ni con la autocomplacencia de un Syd Barrett (con quien tiene algún punto en común) ni con la petulancia de Scott Walker (con quien también): se parece a Ray Davies en su condición de retratista de tipos ingleses, pero habla en serio, y es importante no leer ni más ni menos en sus letras; Bill Fay no es ningún bufón, pero tampoco es Nick Drake. Es, simplemente, uno de los grandes.

“From The Bottom Of An Old Grandfather Clock. A Collection Of Demos And Outtakes 1966-70” recoge tomas alternativas y maquetas del período 1966-1970, época en que compuso el grueso de su repertorio y desarrolló una fructífera colaboración con Pete Dello y el entorno de Honeybus. La calidad de sonido es irregular y los arreglos son más espartanos, pero contiene un número considerable de canciones que no aparecieron en los álbumes oficiales. Casi imprescindible, por tanto.

“Tomorrow Tomorrow And Tomorrow” pretende documentar las sesiones del tercer disco que nunca publicó debido al desinterés generalizado. Tras editar “Time Of The Last Persecution”, Fay se quedó sin contrato discográfico, pero siguió ensayando y grabando hasta 1981 junto al grupo de jazz-rock The Acme Quartet, quienes decidieron rebautizarse como Bill Fay Group. El resultado fue algo más etéreo y deslavazado, cercano en sonido a lo que Roy Harper andaba publicando en la misma época. En principio parece inferior a sus álbumes oficiales, pero es difícil afirmarlo con rotundidad. Con los genios nunca se sabe. ∎