No es la primera vez que Bush Tetras reciben el tratamiento de la recopilación, pero esta nueva entrega –la primera que planea sobre toda la carrera de la banda neoyorquina– es muy oportuna, especialmente ahora que a eso del post-punk se le vuelve a sacar nuevo brillo. Para hablar, hay que acudir a los orígenes. Y los orígenes (o uno de ellos) están aquí. Punto.
En su primera encarnación, entre 1979 y 1983, Bush Tetras no publicaron ningún álbum (aunque ROIR editó en 1983 la casete “Wild Things” con una de sus actuaciones en directo): habría que esperar hasta 1997 –tras la reunificación de 1995– para que se estrenaran en largo con “Beauty Lies”; la tercera reunión, en 2005, proporcionaría en 2012 las doce canciones de “Happy”, de nuevo en ROIR y con producción de Don Fleming.
Pero la semilla de todo su estilo –cortante, maníaco, preñado de groove rítmico y asentado en la guitarra de Pat Place y la voz de Cynthia Sley– ya se plantó en las tres canciones el EP “Too Many Creeps” (1980): el tema titular no es solo una de las mejores canciones de esa década, sino que también sirve de manual de cabecera para comprender en cuatro minutos lo que significa el término post-punk.
“Too Many Creeps” es, por supuesto, la canción elegida para abrir esta golosa retrospectiva publicada en triple vinilo y doble CD con nuevas remasterizaciones y, en ambos casos, con un imprescindible libreto con fotografías, info sobre la banda y su obra y textos laudatorios firmados por, entre otros, Topper Headon (el bajista de The Clash les produjo en 1981 el EP “Rituals”), Thurston Moore, Victoria Ruiz (Downtown Boys), Austin Brown (Parquet Courts), Ann Magnuson (Bongwater) y Nona Hendryx.
Una treintena de canciones, muchas descatalogadas y difíciles de encontrar, que relucen de nuevo para recordarnos que sus planteamientos no han caducado, sino que están tan vigentes (o más: ahora hay contexto) como en el momento en que se grabaron.
Piezas como “Punch Drunk” (que los hermana con otras de las joyas de la Gran Manzana en aquellos años: ESG), “Cowboys In Africa”, “Das Ah Riot” (con el dub en su ADN) o “Boom In The Night” mantienen su mojo entre el baile de garaje sin ventilación y el art rock de matrícula lo-fi.
Con los años fueron aparcando (poco) los ritmos más cortantes y se acercaron a una zona de oscuridad que puede remitir a la mejor Kristin Hersh (véanse los cortes pertenecientes al EP “Take The Fall” de 2018, de nuevo con Fleming a los mandos), pero siempre se han mantenido al margen de la vulgaridad y de los cantos de sirena más comerciales. Y en directo echan chispas: la toma (inédita) en directo en San Francisco (Elbo Room, 1980) de “Run Run Run” de The Velvet Underground lo atestigua. Otro inédito (“Cutting Floor”), producido por Henry Rollins, pone la guinda a una revisión ineludible que también sirve de homenaje póstumo a Dee Pop, batería y miembro fundador, fallecido el pasado 9 de octubre a los 65 años. ∎