En alguna ocasión, Ciara Mary-Alice Thompson, cuyas iniciales se transforman en el acrónimo artístico de CMAT, ha mencionado su incapacidad para prestar la atención que merecen sus parejas por su obsesión musical. Ambos aspectos están contenidos (también) en el segundo trabajo de la irlandesa, acompañados de una poderosa y característica lírica. Figura asentada en su país, es un misterio que su nombre no haya obtenido el mismo reconocimiento en el exterior. “Crazymad, For Me” se aleja de la preeminencia folk y country y de los banjos de su predecesor, “If My Wife New I’d Be Dead” (2022), sin rebajar la excelencia compositiva de su autora.
En un tono más agrio que su debut, CMAT se ceba en las heridas del pasado, en su relación con Alan Farrell –con quien engendró Bad Sea, su primer grupo– y en la admisión de sus errores a la hora de empeñarse en lo que es inviable. “California” advierte con versos vitriólicos (“Don’t say I didn’t warn you, I’m writing for the peace you wouldn’t leave”) que el relato no va a reparar en daños colaterales y que la producción de Matias Tellez ensancha la paleta estilística en este tema inicial con unos notables coros y cuerdas.
Si Dolly Parton y Kate Bush son los espejos en los que se mira CMAT, Lana Del Rey, en una versión menos onírica y más elaborada, sale a la palestra en las composiciones más delicadas, como “Such A Miranda”, en la que se refiere a la protagonista de “Sexo en Nueva York” (Darren Star, 1998-2004). Siguen desfilando personajes de diversa índole, desde el futbolista y entrenador Vincent Kompany en la notable canción homónima hasta el homenaje al cantante de The Fall en “Whatever’s Inconvenient” –en la que canta “But you’ll never be Mark E. Smith, ‘cause your weakness is a bit”–, pese a que aún evoca la nostalgia de “Peter Bogdanovich”, de su anterior álbum.
El trabajo de Tellez permite que “I… Hate Who I Am When I’m Horny” tenga unas texturas que la emparejan con “Apartment 402”, de su colaboración previa con girl in red. Y la compositora regresa con acierto al country de su debut en “Can’t Make Up My Mind”, se roza con The War On Drugs en “Stay For Something” y extrae el ADN de Fiona Apple para crear algo auténtico en la mencionada “Vincent Kompany” o el cierre de “Have Fun!”. Pese a lo digerible de la asociación con John Grant, “Where Are Your Kids Tonight?”, la canción muestra habilidad para componer temas que obtengan un beneplácito universal.
Más allá de su capacidad para componer letras impregnadas de realismo y humor negro, CMAT exhibe en su segundo álbum un carácter mucho más camaleónico que lo que podía preverse en un principio. Con la ambición demostrada es más que probable que en algún momento llegue el gran disco con el que se multipliquen exponencialmente los likes y las alabanzas. Llegue o no ese día, la huella ya es indeleble. ∎