Álbum

Françoiz Breut

Vif!6T2, 2024

La francesa Françoiz Breut ha construido poco a poco, con sus tiempos, una carrera bien sólida. Vuelve a la actualidad con “Vif!”, su séptimo disco, un trabajo en el que se muestra pletórica, en estado de gracia. Y en el que sobresalen unas canciones más vivas y radiantes que nunca. Nadie hubiera presagiado semejante evolución allá por 1997, cuando Dominique A produjo y escribió los temas de su debut homónimo, editado por Lithium Records.

Su progresión ha sido lenta pero meteórica. Aunque ya bordaba una grandísima obra con su segundo álbum, “Vingt à trente mille jours” (2000), rodeada de colaboraciones estelares: Dominique A, Philippe Katherine, Pierre Bondu, Gaetän Chatagnier (The Little Rabbits), Sacha Toorop, Fabrice Dumont (Autour de Lucie), Joey Burns (Calexico), Yann Tiersen y Jérôme Minière. En “Flux Flou de la Foule” (2021), su anterior disco, subrayaba de nuevo la grandeza conceptual y melódica de la Breut actual. Ahora lo acentúa y continúa su periplo por un pop tan sugerente como fantasioso, envuelto de un halo ensoñador.

“Hors sol” sirve de introducción perfecta para un “Vif!” en el que la chanson, el pop y la psicodelia se dan la mano con notables resultados. En “Crever l’asphalte” los teclados aportan capas y capas que enriquecen una sonoridad totalmente seductora. “Ectoplasme” ahonda en esa senda experimental con acierto.

“Gazons et chatoiements” muestra el peso y el poderío de los teclados de Marc Melià en sus canciones, esas atmósferas que mecen y acurrucan, que con esas cadencias vocales y coros consiguen crear un efecto etéreo, un pop singular y envolvente. “Lichens” también tiene algo de cabaretero. Y es en “Un pépin” donde esos paisajes oníricos perfilados por los teclados aparecen espléndidos.

Hay algo en la Breut que despliega nuestro imaginario y lo libera. Una aureola surrealista y dadaísta sobrevuela “Sous bois de la nuit” o “Dancing frénétique”. Breut consigue crear melodías a las que agarrarnos y logra construir unas texturas en las que exploramos la capacidad de la música para estimularnos, estirar y expandir sensaciones, y hacernos volar por un mundo despreocupado, como ocurre en “Ode aux vers”.

En “Wudu-ӕlfen” inspecciona un pop que toma prestado tanto del lado imaginativo del compositor de clásica Claude Debussy como del sentido del pop del francés Bertrand Burgalat. “Cavales animales” es puro preciosismo armónico y “La tangente” supone el cierre ideal a un disco que amplía aún más el talento de la francesa; una balada hipnótica, en la que parece que paseamos, o nos movemos en tránsito hacia un mundo de posibilidades. Otro acierto de Breut –que se rodea de una banda con la que todo conecta, todo funciona: el teclista Marc Melià, el guitarrista François Josef Schultz y Roméo Poirier a la batería (interesantísimo su proyecto instrumental y electrónico en solitario)– y un paso adelante en su carrera. ∎

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