Hayley Williams

Hayley Williams publicó su primer álbum por entregas, pero ahora prefiere ir al grano. Su segundo largo en menos de un año –concebido como apéndice acústico y minimalista de “Petals For Armor” (2020)– llega sin previo aviso y opera a corazón abierto, administrando una efectiva purga con que paliar las secuelas de su divorcio tras un matrimonio que se intuye envenenado. También propone estrategias –ya sean directas u oblicuas– para lidiar con tan dolorosos asuntos cuando el monstruo de la depresión acecha. Williams termina de soltar amarras con su pasado inmediato antes de centrarse en el próximo trabajo de Paramore, grupo en que ha afianzado un estrellato perdurable y desarrollado su potencial artístico sin asumir supercherías genéricas.

“FLOWERS for VASES/descansos” tiene más entidad de lo que cabría suponer. La naturaleza intimista y recoleta de la producción, más cerca del folk que de otra cosa, no siempre se traduce en composiciones esquemáticas y parquedad instrumental. Reverbera el nailon, pero también el piano e incluso algunas bordoneras. Los elaborados arreglos acompañan la templada voz de la cantante sureña, que pone a prueba su autoestima en “Good Grief”, se postra frente al confesionario en “Trigger” y hace memoria de su inadaptación juvenil en “Inordinary”. Algunas canciones –es el caso de “Over Those Hills” y “No Use I Just Do”– son bastante previsibles y otras –como “KYHR” o “Descansos”– se quedan en meros interludios instrumentales. Pero “HYD” –sofisticada pese a la sencillez de su planteamiento–, “My Limb” –ajuste de cuentas aportando dinamismo al conjunto– y “Just A Lover” –pasando página después de tanta consternación, asumiendo antes de seguir el camino– desencadenan una intensa vibración de sentidos y sentimientos. ∎