Álbum

Hinds

VIVA HINDSLucky Number-Sonido Muchacho, 2024

Las Hinds están y se las espera. Publican su cuarto álbum de estudio tras superar un peligroso bache cuyo socavón inicial lo provocó ese agente externo conocido como COVID-19. El peor desenlace de lo acarreado por ese mal trago fue la salida de la banda de Ade Martín y Amber Grimbergen. De la noche a la mañana pasaban de ser un avenido y envidiado cuarteto a un dúo con dudas sobre su continuidad como banda. Pero Carlotta Cosials y Ana Perrote se han sobrepuesto a la serie de desdichas (a lo mencionado hay que añadir quedarse sin sello ni mánager y lidiar con deudas) para ejercer como las dos únicas defensoras de ese emblema madrileño del indie pop de la última década. Su resiliencia se salda con “VIVA HINDS”, una colección de diez cortes (la extensión de moda en los discos destacados de las últimas semanas: “Wild God” –Nick Cave– y “Romance” –Fontaines D.C.–, por ejemplo) de admirable desenvoltura melódica y ánimo renovado.

“VIVA HINDS” no se entiende como un reset en el sonido de la banda, pero es un primer alejamiento del garage ruidoso y lenguaraz con el que entraron alborotando la escena musical madrileña y, seguidamente, la española. Han perdido un grado de esa insolencia, y su energía queda diezmada por los golpes de “vida adulta” sufridos en los últimos cuatro años. Sin embargo, su identidad sigue intacta. El productor Pete Robertson, el ingeniero de sonido Tom Roach y las lustrosas colaboraciones han sabido imprimirle otro aire a esta segunda etapa como banda.

Grabado con Robertson en un Airbnb, supuestamente idílico, de la Francia rural, el nuevo sonido del combo supura cierta sofisticación liviana. Melodías certeras, producciones atenuadas pero pulidas, sin perder esa frescura que llevan incrustada en su ADN desde los inicios. Nuevos registros que invitan al optimismo sobre su viabilidad futura en formación de dúo. Desde el homenaje enérgico a Daniel Johnston con un compuesto sónico muy Strokes (los últimos; los de “The New Abnormal”) en “Hi, How Are You” hasta la ternura bucólica de “The Bed, The Room, The Rain And You” que las alinea con el dream pop de Alvvays o el bedroom pop de beabadoobee (con quien comparten productor). La recepción sigue luciendo con la llegada de Beck en un “Boom Boom Back” que las vuelve a mover de sus coordenadas sonoras habituales. Ni Carlotta ni Ana han sobresalido nunca por su afinación vocal, pero en “Stranger” asumen una de las cotas del álbum (y de su carrera) con la participación de otro ilustre del ruedo: Grian Chatten, vocalista de Fontaines D.C., quien mejora esta hermosa pieza de excepcional timbre melódico. Destellos shoegaze, y riff cornucopia de Glasvegas en otra píldora de agarre instantáneo: una “Superstar” que cierra una primera parte brillante. “Mala vista” y “On My Own”, ya en la segunda, rebajan la euforia. Pero vuelven a subir el listón con las costumbristas “Coffee” y “En forma”. Esta última supone el segundo corte en castellano y otro flujo de estribillos adhesivos y coreables. Se despiden con “Bon voyage”, otro buen augurio con mosaico lingüístico incluido y riff grueso.

Con este disco, Ana y Carlotta no solo preservan la identidad originaria de la banda, sino que la expanden hacia espectros sugerentes que refuerzan el optimismo sobre la durabilidad tras su reajuste como dúo. Viva y larga vida a las Hinds. ∎

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