Álbum

Joana Serrat

Hardcore From The HeartGreat Canyon-Loose, 2021

Cuando apareció “Pictures”, primer adelanto de lo que sería su nuevo trabajo, ya quedó claro que Joana Serrat había tomado un desvío, una carretera alternativa que nacía de la herida abierta de Dripping Springs” (2017) y se adentraba en una ardiente y temblorosa oscuridad.¿Por qué me pierdo en el camino?”, canta ahora la de Vic en Easy”, canción que abre el espléndido Hardcore From The Heart” y en la que ella misma se acaba respondiendo que todos los senderos la acabarán llevando a casa. Porque, parafraseando a Batman y aquello de que nos caemos para volvernos a levantar, Serrat se ha perdido para, sin duda, volverse a encontrar.

En el proceso, la frondosa americana de antaño, ese country-rock sabiamente alimentado de pop y folk, ha mudado la piel y, sin llegar a desaparecer del todo, sí se aparta del centro del escenario para ceder su puesto al dream pop vaporoso, los sintetizadores de espíritu vintage y corazón de neón y lo que la propia Serrat califica medio en broma de “folkgaze”. Por poner un ejemplo más o menos cercano, la trayectoria que dibuja la catalana entre “Dripping Springs” y “Hardcore From The Heart” es bastante parecida a la que llevó a Sharon Van Etten de “Are We There” (2014) a “Remind Me Tomorrow” (2019).

En este caso, sin embargo, todo es más turbulento y problemático: nacido del desengaño y de una crisis vital que trajo, una detrás de otra, todas las demás, “Hardcore From The Heart” es una suerte de exorcismo emocional con el que Serrat ha querido vaciarse. Ya saben: caerse para volverse a levantar; perderse para volverse a encontrar. Para ello, la cantautora ha tomado prestado el título de un ensayo de la sexóloga y exactriz porno norteamericana Annie Sprinkle y se ha examinado de cabo a rabo para salir de ahí con un disco intenso y descarnado; un álbum de baladas de apariencia aterciopelada que, sin embargo, rascan y dejan no pocas cicatrices. Como las de Angel Olsen, sí. O como las de Lana Del Rey.

La propia Serrat explicaba en una entrevista que, antes de entrar a grabar el disco en los estudios Redwood de Texas, el productor Ted Young le pidió una lista con las canciones que estuviese escuchando en aquel momento. Canciones que la acompañasen en su día a día y, que consciente o inconscientemente, hubiesen influido en la gestación de sus nuevas composiciones. En el inventario emergieron nombres como Chromatics, Julia Jacklin, Sarah Klang, Phoebe Bridgers, la Taylor Swift de “Reputation”(2017), el “Ultraviolence”(2014) de Lana Del Rey, referencias todas ellas que, de alguna manera y ya sea por sugestión o por pura lógica, resuenan entre los ecos de este “Hardcore From The Heart”.

Porque ¿qué es Pictures” sino una suerte de respuesta lejana a “Kyoto”? ¿O acaso no hablan el mismo idioma Summer Never Ends” y la versión de “I’m On Fire” de Chromatics? Siempre habrá quien eche de menos el suave y dócil traqueteo de “Green Grass” (de Dear Great Canyon”, 2014), pero basta con arrimarse a la dolorosa belleza de Take Me Back Where I Belong” o sumergirse en la melancolía etérea de These Roads” y Hotel Room 609” para convencerse de que no tiene sentido añorar el pasado cuando la alternativa es mucho mejor. ∎

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