Josephine Foster

Josephine Foster tiene muy claro que la música está en todas partes. Si sorprendió construyendo todo su álbum anterior, “Godmother” (2022), con sintetizadores y cajas de ritmos, ahora se ha ido hacia la máxima pureza, hacia aquello que la vincula con la “Anthology Of American Folk Music” de Harry Smith. Aparentemente, las incluidas en “Domestic Sphere” son canciones interpretadas solamente a voz y guitarra, pero las grabaciones de campo registradas por ella son igualmente centrales en el contenido de las mismas, en su naturaleza sensorial.

El timbre de voz de la estadounidense, sus palabras susurradas, se mezclan con las frecuencias procedentes del ambiente exterior: el viento, los trinos de los pájaros, los pasos al entrar a un estudio, el sonido de un cenicero encendiéndose, el silbido del afilador o, incluso, una vieja grabación de la voz de la bisabuela de Josephine cantando en italiano. Todo ello se integra con naturalidad en una obra de recorrido circular, que comienza y finaliza con la misma melodía de guitarra, como recreando un ciclo argumental.

Esa esfera doméstica a la que alude el título del álbum se refiere a su hogar rural en La Janda, en Andalucía, aunque también evidencia una naturaleza nómada: ha extraído asimismo sonidos de Tennessee, Glasgow o Londres, donde, en realidad, registró el disco con la producción y mezclas de Daniel Blumberg. La idea, pues, de musique-véritè está ficcionada, tal vez para hacer la sensación que recrea más auténtica. Desde su ascetismo, suena firmemente apegada a la tierra, a lo cotidiano, pero también levita hacia lo sobrenatural y lo simbólico. La voz de la artista suena, en esa integración con los elementos que la rodean, como la de un fantasma o un alma en pena. “Cariño, soy una casa encantada”, canta en “Haunted House”, aunque el momento más desasosegante llega en “Birthday Song For The Dead”, donde conjura el espíritu de una persona fallecida para que reaparezca el día de su cumpleaños. Con esa pasmosa quietud, Josephine Foster alude en sus letras a situaciones de insoportable tormento, jugando en bucle con los conceptos de vida y muerte. ∎