Con “Todo el mundo quiere hacerte daño” (2021; entre los mejores EPs del año según Rockdelux) se estrenaron en la tradición de los grupos independientes de los ochenta de publicar EPs en formato físico –si bien, en el tamaño de un single: 7”–con canciones que no apareciesen en sus álbumes oficiales. Así, tras su último disco, “AFDTRQHOT” (2022), grabado en el estudio de Paco Loco, con un sonido más mate, retoman su brillo habitual, produciendo ellos mismos –en los estudios Metropol– con la inestimable colaboración de Sergio Pérez en la grabación y las mezclas.
Rebasado ya el tiempo en que se citaban sus influencias, para pasar en la actualidad a enumerar aquellas bandas que han crecido bajo su influjo –como Carolina Durante, Camellos, Menta o Pantocrátor, entre otros–, conservan su escurridiza capacidad para no convertirse en buque insignia, ni cualquier otro apelativo que confiera solemnidad o rimbombancia. Se aprecia desde la portada, obra del ilustrador Manuel Donada, y se confirma en el interior, con esa euforia que emanan sus canciones a bote pronto y la actualidad y filo de sus letras. Sin tiempo para temas largos y experimentos con el sonido, su enésimo e imbatible riff nuevaolero abre “MADRID ME ATACA” –ahora que está mal visto escribirlo todo en mayúsculas, esa es su tipología: ¿casualidad?–, tema titular. La opresión y caos que ejerce la gran ciudad sobre sus sufridos habitantes, expresada con la furia de un cabreado conductor en un atasco mañanero.
Con tanta gente que se acerca a la música en modo superficial, quizá haya algunos que aún tengan a Los Punsetes por creadores de graciosillos eslóganes para vacilar con los colegas –“pon la de Que le den por culo a tus amigos ¡qué buena!”–. Lo cierto es que detrás de esas frases de titular, su humor tiene muchas caras, y a menudo asoman las de la frustración e indignación ante el espectáculo que nos rodea. En este caso, el hartazgo y las ganas de abandonar: un lugar –“MADRID ME ATACA” y “TODOS LOS LUGARES”, en esta, de forma poética y hasta romántica–, una relación –“UN PALACIO CON MIS HUESOS”, combinando un bonito trote jangle pop con el despecho hacia esa extenuante pareja, en modo gore– o el sistema bancario –“TIN/TAE”, su acelerado punk pop para despotricar sobre el timo hipotecario–. Y más que el recuento o la audacia de los asuntos tratados, es el ingenio y gracia con que lo hacen. Así que, todo el mundo debería saber que, donde suenen sus discos o se celebren sus conciertos, son definitivamente los LUGARES DE LOS QUE NO HAY QUE IRSE. ∎