La crítica de este “Pray For Haiti” podría resumirse en un axioma: el mejor LP de rap de este año. Sin embargo, se nos exige un poco más, aunque la tesis sea la misma. Y es que Mach-Hommy es la razón por la que este género existe, para mover el cuello y hacer girar la mente intentando descifrar lo que acaba de decir. En una época en la que a los youtubers que reaccionan a temas se les cae de la boca la palabra barras, este álbum es una masterclass de lo que realmente son las barras.
Pero “Pray For Haiti” es mucho más. Es, para empezar, el claro ejemplo de por qué el colectivo Griselda está monopolizando las conversaciones y el momentum del rap. Producido ejecutivamente por Westside Gunn, es un álbum auténtica y genuinamente trabajado desde el plano creativo y estratégico. Compacto, dirigido y con un cierto aire a mixtape que circula de mano en mano, pero con un empaque que dice todo lo contrario. Ya desde el corte de apertura (“The 26th Letter”), nos encontramos un Mach-Hommy en modo metralleta, flotando sobre una base minimalista, en la que destaca sonoramente una trompeta que se come la atención en un loop caleidoscopio sobre el que el MC de Newark recita una suerte de spoken word. El siguiente título, “No Blood No Sweat”, supone la alternativa (aunque podría funcionar incluso mejor como intro) al ofrecernos una versión más melódica y pianística, pero que sirve igualmente como caldo de cultivo para las líricas profundas y atropelladas (conceptualmente, no estilísticamente) de Mach-Hommy.
Y es que el MC es, posiblemente, uno de los mejores referentes de la escena actual neoyorquina (aunque su origen no se remonte a la ciudad): una serie de artistas capaces de recrear las atmósferas y vivencias que se dan en la Gran Manzana (aunque repetimos nuevamente, no es de Nueva York ni se adscribe a la ciudad) a través de beats compactos y atmosféricos, y en muchas ocasiones sucios, como lo eran en el rap de los 90, sobre los que encuentran el terreno perfecto para incorporar unas líricas hiperactivas y con capas y capas de significado (aquí podríamos citar nombres como Roc Marciano, Meyhem Lauren, Your Old Droog, Wiki o MIKE). En esta línea, la sucesión de temas que forman “Makrel Jaxon”, “The Stellar Rap Theory” o “Marie” es el mejor ejemplo.
Mach-Hommy es un enigma, tanto a nivel estético (motivado por ese característico look con la cara enmascarada por una sempiterna bandana) como conceptual y formal, especialmente motivado por su capacidad para componer letras en las que combina la realidad callejera con una profunda base epistemológica. Frases como “put this 38 in your mouth go ahead and spit your magnum opus” nos trasladan directamente a Jay Electronica (al cual recuerda en cuanto a ciertas cadencias, delivery y la profundidad del mensaje; pero en un tono mucho más callejero), mientras que otras como “The sun could never be pussy, he always come out” actúan como referencia a los clásicos del género, parafraseando en este caso a Ghostface Killah. Todo ello combinado con referencias y extractos en criollo.
2021 está siendo hiperprolífico en cuanto a la música que recupera la tradición lírica en el rap, y este “Pray For Haiti” es de los mejores ejemplos. Empezábamos este texto diciendo que este LP había sido el mejor disco de rap (en el sentido estricto y libra por libra) del año. Quizá exageramos, porque por el camino se está teniendo que medir con contendientes como el ya mencionado Wiki, con el “Bo Jackson” de Boldy James y The Alchemist o con el enemigo en su propia casa (hablamos de Westside Gunn y su “Hitler Wears Hermes 8: Side B”). Pero sin duda, si no será el mejor, tendremos que tirar de foto finish. ∎