Álbum

Marie Davidson

City Of ClownsDEEWEE, 2025

Los discos de Marie Davidson suelen esconder algún motivo central. Si en el álbum anterior, “Renegade Breakdown” (2020), era el eterno retorno travestido de electro glam, en esta ocasión la canadiense se pone más seria apuntando a la idea identificada por la socióloga estadounidense Shoshana Zuboff en “La era del capitalismo de vigilancia” (Paidós, 2019). Ya no es el Estado con sus instituciones socialmente integradas quienes ejercen el control y determinan nuestra conducta. Ahora son empresas como Google y tácticas de publicidad “personalizada”, es decir, el neocapitalismo tecnológico, lo que actúa en su propio beneficio y no para proteger los cimientos de la comunidad humana. “Validations Weight”, la primera pieza de “City Of Clowns”, extracta un pasaje del interesante tomo de Zuboff.

El sexto álbum de Davidson también simplifica presupuestos con respecto a su anterior trabajo en el que compartía titularidad con L’Œil Nu –los también montrealeños Asaël R. Robitaille y Pierre Guerineau, marido de Marie y su otra mitad en el dúo Essaie Pas–. Esta vez se ha apoyado en los belgas Soulwax, o sea, David y Stephen Dewaele, que componen y producen con ella la música de casi todos los temas junto a Guerineau. Como resultado, las texturas de “City Of Clowns” suponen la vuelta a un trabajo definitorio como “Working Class Woman” (2018), donde la excomponente del dúo de synth-goth experimental Les Momies de Palerme –recordemos que Montreal pertenece al Canadá francófono aunque en Davidson predomine el inglés– se ciñe a un concepto secante de electrónica sobre el que aplica enfáticos recitados en la vena de Laurie Anderson. Digamos que las melodías vocales no son el fuerte de la canadiense, pero en “City Of Clowns” presenta temas con mayor gancho, incisión y madurez.

“Validations Weight” le sirve para introducirnos en los procelosos callejones de “City Of Clowns” con un sonido space kraut heredero de Manuel Göttsching o sucesores como The Orb, pero “Demolition” rompe rápidamente el ritmo con un synthpop de onda erótica que remite al Serge Gainsbourg de “Love On The Beat” (1984). Su tema es también la dominación y Davidson, que opera como la sección femenina de Cabaret Voltaire, enumera: Extraction / Rendition / Damnation / Demolition. “Sexy Clown” sigue vertiendo desafíos frente a la cultura de lo convencional –I’m ever so sorry, I don’t think I fit any categories of the given list– como una Gina X de la tercera modernidad, aunque esta vez la diana podría ser la industria musical. Sin duda lo hace en el trallazo electroclash de “Y.A.A.M.”: Entrepeneurs and producers and freelancers to managers / the whole wide world of bravados, upset liars and insiders. Davidson estrenó el tema en el pasado Sónar y ha hecho un vídeo en cuyo inicio se lee fugazmente: Your Asses Are Mine.

“Push Me Fuckhead”, que suena a unos D.A.F. acidificados, reincide en el leitmotiv de “City Of Clowns”, más distópico que conspiranoico, esta vez sobre el enganche global a las plataformas. “Fun Times” percute en la pista de baile con ligeros toques de pop mainstream mientras Marie Davidson sigue dándole a todo lo que se mueve en esta agonizante sociedad del bienestar, o eso es lo que uno interpreta ya a estas alturas, subiendo un grado más las RPM con el hardcore emocional de “Contrarian” y una declaración de principios: Contrarian (I’m not like you). El tema viene precedido y seguido, respectivamente, por las casi instrumentales “Statistical Modelling”, en referencia a los modelos matemáticos de predicción, y “Unknowing”, donde concluye: You will never catch me, they say fame is transitory, and guess what? I still smell of glory, so I keep to myself the magic and the torment for you to enjoy the same old stories. Poco más puede añadirse a un trabajo que combina accesibilidad –es música de baile– con inteligencia –espíritu crítico aplicado a una realidad que exige no bajar la guardia– y sentido del humor –“Push Me Fuckhead” termina con And bitch, don’t forget to recycle!– refrescando convincentemente esquemas clásicos de la música de baile como el electrofunk neoyorkino. No es tan sencillo. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados