¿Se acuerdan de Strand? Bajo aquel nombre artístico, Miguel Gil Tertre entregó algunos de los mejores discos de música electrónica hechos en España a principios del milenio. Especialmente “Paz” (2003) –casi una banda sonora oficiosa del Madrid inmediatamente anterior al 11M, el de Aznar y la guerra de Irak–, que mostró a un autor de profundas convicciones humanistas, capaz de hilar emociones puras a la vez que hacía de su música un posicionamiento ante el mundo.
Afincado en Bruselas desde hace ya varios años –allí trabaja en la Comisión Europea–, no ha dejado de hacer música. El año pasado creó su propio sello, Fuego en Casa, y allí debutó bajo su propio nombre con el EP “Carpintero”. Este es el segundo, y entronca plenamente con el espíritu de “Paz”. Inspirado por un viaje a Siria (su portada y videoclips se basan en imágenes tomadas en Palmira y Alepo), es un trabajo conceptual sobre la esperanza, y compuesto con instrumentos orgánicos (guitarra, batería y piano).