Álbum

MONO

OATHPelagic, 2024

¡Palabras mayores! MONO es una de las bandas japonesas de post-rock instrumental más importantes de lo que llevamos de siglo. Formada en Tokio en 1999, su estilo combina el rock de inspiración shoegaze con una fascinante energía orquestal que, de hecho, ha contado con auténtico acompañamiento de orquesta en directo en varias ocasiones. Debutaron en 2001 con “Under The Pipal Tree”, publicado en Tzadik, el sello de John Zorn, y desde entonces han construido una trayectoria que abarca doce discos de post-rock (varios de ellos producidos por el recientemente fallecido Steve Albini), así como bandas sonoras para películas japonesas. Tantos nombres estadounidenses en tan poco espacio tiene su explicación: su líder, el guitarrista y compositor Takaakira “Taka” Goto, decidió establecer el grupo (un cuarteto formado íntegramente por músicos japoneses hasta 2018, cuando el batería Dahm Majuri Cipolla sustituyó a Yasunori Takada) en Estados Unidos, al considerar que para una banda instrumental sería más fácil desarrollar su carrera allí que en Japón. De hecho, tenía razón; y así llegamos al momento actual.

El lanzamiento de su duodécimo álbum, “OATH” –grabado en la primavera de 2023 y producido nuevamente por Albini–, ha coincidido con su vigésimo quinto aniversario. Como ha sido habitual en toda su trayectoria, su música transmite una espiritualidad insospechada, que ellos han definido como “la dualidad de la luz y la oscuridad, la vida y la muerte, la esperanza y la desesperación en la vida”. Todo eso queda expresado de manifiesto en su música, que podríamos situar entre un arco que va, aunque parezca un dislate, entre el bello ruido guitarrero de My Bloody Valentine y el mundo cinematográfico de Ennio Morricone. O, también, entre el sonido caótico y pesado de Neurosis y el hermoso silencio y de amplios espacios de Low –son dos discos de estos grupos, “Times Of Grace” (1999) y “Secret Name” (1999), respectivamente, ambos producidos por Albini, los que impulsaron a “Taka” a buscar al legendario músico y productor, con el que terminarían iniciando una larga relación en 2003 con “Walking Cloud And Deep Red Sky, Flag Fluttered And The Sun Shined” (2004)–.

Fue el propio Albini quien le fue presentando a “Taka” a varios de los grandes intérpretes de música clásica de Chicago. La grabación de “OATH” –palabra que significa “juramento”, en japonés– se planteó como una celebración de estos veinticinco años de trayectoria, pensando desde el principio en hacer una gira mundial con una orquesta de doce instrumentos acústicos, incluyendo trompa, cuatro violinistas y cuatro violonchelistas. Y, si bien en el pasado sus composiciones podían llegar a transmitirnos ira, desesperación o tristeza, acercándose a las catedralicias cacofonías de Godspeed You! Black Emperor o Thee Silver Mt. Zion, en esta ocasión se sitúan al otro lado del espejo, en un territorio de esperanza; porque la belleza que envuelve estas once nuevas piezas instrumentales no es, en absoluto, retórica. Al contrario: la sensación que transmiten ahora es de calma y sosiego, como si “OATH” se hubiera convertido en la hipotética banda sonora del primer libro de Haruki Murakami, “Escucha la canción del viento” (1979) –me hubiera gustado haber llegado solo a esa conclusión, pero no es así: la sexta pieza del disco, situada justo en el medio, se titula “Hear The Wind Sing”–, en la que dicho viento lo conforman los sobretonos producidos por la mezcla de las frecuencias de los distintos instrumentos y el episódico carácter drone y ambient que lo sobrevuela todo. ∎

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