Álbum

Neisha

Anime en catalàErols-Enroc-Delirics, 2023

Ni media hora dura el disco con el que Neisha se presenta en formato largo, pero es más que suficiente para posicionarse como uno de los debuts más interesantes de lo que se ha dado en llamar música urbana (aunque este “Anime en català” va más allá y tiene dancehall, trap, reguetón y hasta bachata).

Empecemos por ubicar a Neisha: la artista barcelonesa se dio a conocer en la escena del reguetón catalán por formar parte del dúo Crimen Pasional, pero su salto en solitario no llega hasta 2021, año en que publica “Dolcesa bruna”, un EP producido por Merca Bae en el que musicalizó tres poemas  que salieron acompañados de elaborados videoclips.

En “Anime en català” también hay un eje central, que como su propio título indica es el anime y del que la artista decía en Instagram que está protagonizado por una Neisha “hiperhumanizada, una semianime persona en batalla constante contra su propia deshumanización”. Inevitable ver en el punto de partida referencias que remiten a “Ghost In The Shell”, pero la influencia de la animación japonesa va más allá del concepto y llega a la portada, a los lyric videos (realizados por Helena Roig, Rubén García y Claudia la del Barrio) y a la apertura y cierre del álbum, que parecen sintonías de videojuegos. Las letras no le van a la zaga, y hay menciones a los mangas shonen para público adolescente y, de forma más obvia, a “One Piece” y a los humanoides de “Neon Genesis Evangelion” en “One Piece / EVA”, uno de los singles de presentación y, posiblemente, la mejor del disco, y en la que de nuevo juega con la idea de dualidad entre máquina y humanidad llevada a lo sexual (“me’l pilotas como un EVA”, canta). En los créditos aparece Merca Bae, con quien repite en “Cowboy Bebop / per mullar-se” y que aúna con tino dembow y electrónica.

El primer largo de Neisha es variado: hay espacio para la bachata en “Estira-i-arronsa” (con Lment) o guiños al pop mainstream en canciones como “Succubus”, con influencia del “Call Me Maybe” de Carly Rae Japsen. Pero sobre todo hay mucho reguetón y dancehall en temas como “Jove Boy Bye”, la dura “Flow carnavalesc” o “Friki, chingona” (con Eurowitch). Las letras esconden alguna que otra sorpresa: si bien lo primero que llama la atención es la sexualidad que destilan muchas de las canciones, “Res en algo” gira en torno a la conciencia de clase, hablando de repartir entre los menos privilegiados cuando tenga más dinero, criticando a los niños de papá (“yo quiero estar tranquila / ellos quieren más relojes”, canta) y poniendo por delante su esfuerzo (“vaig convertir res en algo / tu què fas? / saqué de donde no hay”). Merece especial mención el trap de “Piscis”, junto a Lil Guin y L-Street, en el que se muestra más vulnerable.

Pese a la cantidad de estilos que maneja, lo hace con mucha solvencia, y lejos de sonar como una mixtape atropellada, hay una cohesión que va más allá de la temática y la estética. Con este “Anime en català” Neisha demuestra que tiene las ideas claras, que sabe elegir sus colaboradores con tino y, sobre todo, que tiene una buena y prometedora propuesta musical. ∎

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