Álbum

Pau Vallvé

AgorafíliaAutoeditado, 2024
El barcelonés Pau Vallvé ha conseguido labrarse disco a disco una carrera personalísima, creando un sonido propio que muchos envidiarían, y abriendo la horquilla estilística (del pop al rock, al folk, a la electrónica…). Ha estado ligado a la resistencia musical. Empezó en el underground de los CD-Rs y luego pasó a los discos autoeditados, ya fuera bajo el nombre artístico de Experiment Zero, Egon, Oak, Estanislau Verdet, U_MÄ (junto a Maria Coma), o ya en solitario como Pau Vallvé. Vallvé siempre me pareció una mente creativa que tomaba la estela de Jeff Buckley y de Thom Yorke para ir más allá.

Desde 2010 lleva publicados ocho discos de estudio. Cada cual avanzando en cultivar campos sonoros autóctonos y en crear universos singulares, explorando una y otra vez los límites. El pasado 25 de octubre publicó “Agorafília”, su décimo octavo disco, otro más autoeditado, en el que se permite mayor libertad pero en el que cuida todo hasta el detalle: la portada es una foto de la directora de cine y fotógrafa Laura Sisteró; aquí se codea con los músicos Turre (modulares, cajas de ritmo y batería) y Jordi Casadesús (sintetizadores, samplers y bajo).

En su anterior álbum “:)”, de 2022, también abría registros. En “Agorafília” prima ese filia de vivir / salir hacia fuera. Como si de un experimento de psicología social se tratara, Vallvé expone todo un arsenal musical variado y muy suyo: una toma de decisiones importante (“Cervell vs cor”); una mirada al pasado y a lo que pudo ser mediante una fórmula muy Los Planetas (“Pels anys que no hem viscut”); un ritmo latino gozoso marca con alegría el aprendizaje que nos da la vida (“Tot el que puja baixa”); en “Hivernar amb esportivitat” logra que la intimidad del teclado nos conecte; más melodías cálidas con aires mediterráneos en “Ens hem guanyat l’estiu”; “Tu sabràs” es quizá el experimento que menos me convence; “Nosaltres” es Vallvé en su esencia acústica y, claro, nos alcanza; “I cantar” porta la alegría de vivir y compartir, podría ser canción del verano sin dudarlo, por la estructura pegadiza, por ese mensaje tan positivo; “2020: Happy Birthday To Me” transmite la angustia del confinamiento a través de una electrónica ensoñadora y envolvente; “Aquestas alçades del partit” es una canción muy Vallvé, de las que se cuelan en tu intimidad, con sus guitarras cristalinas, con la mirada especial y con las ganas de compartir; y el viaje termina con “Tot passa”, donde despliega su magia más íntima y señala la importancia de relativizar la vida, con final musical épico incluido. Algo más de 41 minutos y 11 canciones que navegan con decisión. Otro gran acierto de Vallvé, que no para de reinventarse una y otra vez. ∎

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