“Polygon Window”, un techno
triposo y reptante firmado por The Dice Man, suponía la apertura de “Artificial Intelligence”, compilación editada por Warp en 1992 que terminaría convirtiéndose en la casilla de salida de la IDM fundamentalmente por su intención, explicitada desde la mismísima portada –un androide tirado en el sofá escuchando los vinilos de “Autobahn” (Kraftwerk, 1974) y
“The Dark Side Of The Moon” (Pink Floyd, 1973)–, de dar con una música de baile pensada no para el club ni para el baile, sino para la escucha doméstica: “electronic listening music”.
Es, puede argumentarse, el reflejo de un momento de relativa fricción entre la
rave y otros modos musicales más pasivos, más intelectivos y psicodélicos, y un escaparate para que una nueva generación pudiera dar rienda suelta a su particular aproximación a un techno genuinamente británico: detrás de The Dice Man se escondía Richard D. James, que entonces ya se estaba afianzando como uno de los grandes revolucionarios de la música electrónica en las Islas gracias a sus primeros temas y EPs como Aphex Twin –sobre todo los relativos a la serie “Analogue Bubblebath”, los lanzados bajo el paraguas de Universal Indicator o los editados por el sello belga R&S, distintas formas de aproximarse al canon acid techno del primer James–; junto a él aparecían otros productores clave para el desarrollo del acid hacia las formas del ambient techno y la IDM en Reino Unido: el dúo B12 –firmando como Musicology–, Autechre, Alex Paterson de The Orb, el holandés Speedy J, The Black Dog como I.A.O. y Richie Hawtin con uno de sus alias más proto-Plastikman, UP!.
Aquella “Polygon Window” suponía el primer acercamiento de Aphex Twin a Warp, y empezó a cimentar el estatus –vamos a decir– “pop” del productor: unos meses después (noviembre del 92) llegaría su debut largo como Aphex Twin, el legendario
“Selected Ambient Works 85-92”, pero acceder a él en Reino Unido o cualquier otra parte del mundo era prácticamente un privilegio –había salido en Apollo Records, el subsello ambient de R&S, y la inexistencia de acuerdos de distribución con el sello belga lo convirtió en objeto de lujo–. Pese a ello, se hizo un hueco en las listas dance británicas, motivando un interés creciente por parte de Rob Mitchell, fundador de Warp, y dos meses después, en enero del 93, ya le había convencido para debutar en el sello con todas las de la ley, comenzando una fructífera relación que se mantiene sólida hasta el día de hoy.
Aquel álbum, debut de
Aphex Twin en Warp, era
“Surfing On Sine Waves”, publicado bajo el alias
Polygon Window. Segunda entrega de la serie “Artificial Intelligence” que narraría el desarrollo de la IDM en los años sucesivos, fue un trabajo en cierto modo transicional que aún se fundamenta en el interés inicial de Aphex Twin en sacar el techno del contexto del hardcore, de la
rave, e insertarlo, vía ambient y vía equipamiento analógico, en unas coordenadas mucho más emocionales, modales, melódicas, alucinógenas e introspectivas, pero que también entronca con la absoluta depuración ambient que el productor acometería inmediatamente después, y que culminaría en la publicación en 1994 de “Selected Ambient Works Volume II”. Pero sobre todo: fue el primer gran éxito del productor en todos los sentidos, superando al primer “Selected Ambient Works” en las listas dance y marcando el primer momento que James colocará dos álbumes en el top 10; el hecho de salir en Warp marcó un hito importante porque situó al disco en los canales comerciales de distribución en muchas partes del mundo fuera del Reino Unido, incluido Estados Unidos –
como apuntaba el periodista Mark Richardson en su reseña para ‘Pitchfork’ de la reedición del año 2000–, y le permitió embarcarse en sus primeras giras importantes, teloneando a The Orb por todo Reino Unido y desembarcando en Estados Unidos con Orbital en varios conciertos de Moby.
Hoy, con Aphex Twin ya convertido en una figura de culto casi
mainstream y con Warp reeditando toda su discografía, incluso la más obtusa y oscura, y vendiendo ejemplares a raudales, escuchar “Surfing On Sine Waves” pasa casi por arqueología musical: su sonido “proto-”, muy definido por su contexto, como emitido por robots descatalogados y retirados de circulación, cedió rápidamente en su trabajo a una ingeniería de efectos mucho más hi-fi y a la deconstrucción expresionista si hablamos de su vertiente más dura, más física, y del mismo modo a una faceta mucho más difusa y emocional en su vertiente ambient. Precisamente en esas dos transiciones se encuentran dos de los temas más destacados del disco, el techno industrial y opresivo de
“UT1 - dot” y el cierre de la edición original de 1993,
“Quino - phec”, una espectral formulación de ambient microtonal que podría encajar perfectamente en el “Ambient II”. Entre medias, una selección de techno granulado y maquinístico inspirada en los paisajes costeros de Cornualles, donde se crió el productor, que pasa de momentos más contundentes como
“Quoth” a verdaderas alucinaciones acid como
“Quixote” o
“Untitled”, que se resiste a separarse por completo de la
rave –
“Audax Power”– y que también exuda espíritu IDM en
“Supremacy II” o pura sensibilidad melódica en la que es una de las producciones más representativas del primer Aphex Twin,
“If It Really Is Me”, casi un house con esa ambientación psicodélica y en sepia que define todo el trabajo, conducido por un motivo trancero de piano y una monotonía casi desesperante.
Son temas en general oscuros, que parecen conducir siempre a un agujero negro, que dejan un vacío en el pecho. Pero que de algún modo también permiten acercarse de una forma más o menos conceptual, en un formato largo, al Aphex Twin más muscular y objetivamente “bailable” de la primera etapa: a esta nueva reedición, además de los dos temas ya agregados en la versión del año 2000 –
“Portreath Harbour” y
“Redtruth School”, que ahora aparecen tras “Quino - phec” y no delante–, se adhieren los contenidos en el EP “Quoth” (1993), que conectan con esa mayor acidez rítmica y una contundencia directa que se aleja relativamente de la IDM, formando el cómputo definitivo del alias Polygon Window.
“Iketa”, con su frenetismo y su ambientación alienígena, supone una especie de reverso esquizoide de
“Audax Powder”;
“Quoth (Wooden Thump Mix)” refuerza la agresividad de la ya de por sí intensa “Quoth”, y
“Bike Pump Meets Bucket”, por último, rebaja el tempo para situarse entre los ejemplos más extraños de la primera obra del
enfant terrible de la electrónica contemporánea. ∎