Robert Aiki Aubrey Lowe

Se puede ser más o menos fan de la saga fílmica “Candyman”, iniciada en 1992 con el filme del británico Bernard Rose, pero lo que no se puede negar es que sus bandas sonoras siempre muestran motivos para el regocijo: el eminente Philip Glass firmó la de la primera entrega y repitió en la segunda, estrenada en 1995; para la tercera, de 1999, cedió el testigo a Adam Gorgoni. Y en la resurrección con subrayado afroamericano de 2021 de los personajes creados por Clive Barker, con dirección de Nia DaCosta y guion y producción de Jordan Peele, se encarga de suministrar el sustrato sonoro a los projects de Cabrini-Green Robert Aiki Aubrey Lowe, el hombre detrás de Lichens, un expedicionario del sonido sin miedo a lo desconocido.

La música de Glass, con predominio de órgano, piano y coros, enfatizaba algunos de los momentos clave de este slasher de culto, pero ahora Lowe opta por ambientaciones menos intrusivas, envolviendo “Candyman” (recuerden: absténganse de repetir el nombre cinco veces seguidas y aléjense de los espejos) en una atmósfera protoelectrónica oscura e inquietante, tono ya marcado desde el “Prologue” que inaugura el disco. Lowe invoca al desaparecido Jóhann Jóhannsson y a Hildur Gudnadóttir, con los que ya había colaborado anteriormente (Gudnadóttir pone aquí su violonchelo y voz en varios momentos), y acentúa el estado de incertidumbre con instrumentos acústicos y sampleo de insectos (¡ojo con las abejas!), como en “Rows And Towers”, uno de los momentos más subyugantes del disco, además de reverenciar a Glass con remodelaciones de “Music Box”, uno de los fragmentos del “Candyman” primigenio (también hay trazas del pope minimalista en “I Though We Could (The Turn)” y en “Brianna Says His Name”).

Entre el sound design y los parámetros del soundtrack convencional, “Candyman” puede (debe) ser el álbum que ponga a Lowe en el foco de Hollywood, algo nada descabellado si tenemos en cuenta que Gudnadóttir se agenció el Óscar con su score para el “Joker” (2019) de Todd Phillips.

Conjeturas al margen, háganse un favor: aunque no vean “Candyman”, escuchen “Candyman”. Miedo (sonoro) del bueno. ∎