Álbum

Sílvia Pérez Cruz

11 de novembreUniversal, 2012
El primer disco de Sílvia Pérez Cruz en solitario (antes los había firmado junto con Las Migas, Llama o Javier Colina) es un punto y aparte, no solo respecto a su propia carrera hasta la fecha, sino al resto de la música hecha en este país, como lo fueron en su día “Música dispersa”, “Heliotropo”, “Veneno”, “La leyenda del tiempo”, “Guitarras callejeras” u “Omega”, por poner unos cuantos ejemplos que tampoco tienen nada que ver con el que nos ocupa, pues no se trata de un disco de flamenco, ni de folk ni de jazz, aunque se alimenta de estas y otras músicas para construir algo único.

Compuesto y arreglado enteramente por la misma Sílvia –incluidos los arreglos de viento y cuerda y los vocales– y coproducido por ella junto con Raül Fernandez (Refree), en él toca la guitarra, el piano, el clarinete y el saxo, y canta con su voz única en catalán, castellano, gallego y portugués. En catalán adapta poemas de Feliu Formosa, Maria Cabrera y Maria Mercè Marçal. En castellano borda “Iglesias” –con cita al “Moon River” de Mancini–, “Días de paso” y “Memoria de pez”. En portugués canta “Nao sei” y “O meu amor é Glòria”, samba dedicada a su abuela, su madre y su hermana –las tres se llaman Glòria, y las dos últimas cantan en “Folegandros”–. En gallego entona junto a sus tíos “Meu meniño”, que se reparte el ecuador del disco con otra nana, “Nonnon”, esta instrumental. Un disco hermoso y necesario. ∎

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