Álbum

Sinéad O’Connor

I Do Not Want What I Haven’t GotEnsign-EMI, 1990

¡Sorpresa! En esta segunda entrega de Sinéad O’Connor no vas a encontrar apologías del terrorismo ni ácidas proclamas de guerra, sino canciones de amor y desamor, de vida y maternidad. Y la evolución positiva de esta orgullosa irlandesa no solamente se observa en los textos, sino también en las suaves fragancias musicales que envuelven este disco. Lejos ya de su época iniciática con In Tua Nua o con The Edge y Michael Brook (en la banda sonora del filme “Captive”), Sinéad nos presenta en esta ocasión un trabajo maduro en el que predominan las baladas y los mid-tempos.

Su disco supone una prueba más de la influencia que está ejerciendo el concepto sonoro creado por Soul II Soul sobre la música de los 90, algo apreciable no solamente en la exitosa versión del tema“Nothing Compares 2 U” que Prince compuso para sus acólitos The Family (y que aquí está producido por Nellee Hooper de Soul II Soul con una sublime sección de cuerdas a cargo de la Reggae Philharmonic Orchestra), sino también en el magnífico tema “I Am Stretched On Your Grave”, en el que sobre un ritmo descaradamente Soul II Soul se introducen elementos como una evocadora entonación céltica o un delicioso fiddle. Y hay que recordar que esta no es la primera vez que flirtea con la música de baile, ya que con anterioridad colaboró con la rapper MC Lyte.

Los temas en los que ha colaborado Marco Pirroni (ex Adam & The Ants), bien tocando la guitarra (“The Emperor’s New Clothes”), o bien componiendo (“Jump In The River”), están próximos al power pop y al rock épico irlandés. El resto del disco fluctúa entre las baladas acústicas (“You Cause As Much Sorrow” o “The Last Day Of Our Acquaintance”), los alegatos anti-Thatcher en clave de protest-folk-song (“Black Boys On Moped”), las nanas de inspiración celta (“Three Babies”), los arreglos ampulosos de cuerdas que llegan a recordar a ¡Elton John! (“Feel So Different”) o un escalofriante a capela a la manera de una Judy Collins cantando el “Amazing Grace” (“I Do Not Want What I Haven’t Got”). Agridulce es la palabra. ∎

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