Sufjan Stevens no parece entender, y posiblemente nunca entenderá, de bloqueo creativo. Si le acecha el duelo, sabe convertirlo en inspiración cataclísmica: véase el reciente “Convocations” (2021), mastodóntico proyecto en honor a su padre biológico, fallecido dos días después de publicarse “The Ascension” (2020). Seguir creando y creciendo puede ser cosa de colaborar, algo que Stevens ha hecho sin cesar, o de cambiar el modo de provocar la inspiración.
Ambas ideas están en la raíz de “A Beginner’s Mind”, colaboración con otro talento folk de Asthmatic Kitty, el todavía no bien ponderado Angelo De Augustine, a partir de las semillas creativas depositadas en ellos por películas que fueron viendo cada noche después de empezar a hacer canciones juntos. El título del álbum hace referencia al concepto budista zen del shoshin, o “mente de principiante”, la que se supone mejor clase de mente para seguir una enseñanza. Y desde luego, el entusiasmo palpable en estas canciones es propio del aprendiz. No tanto el resultado literario de los visionados compulsivos de Sufjan y Angelo, que se aleja de la simple recapitulación o cualquier clase de crítica (salvo en “Cimmerian Shade”, aparente cuestionamiento del asesino con posible disforia de género de “El silencio de los corderos”) para ser algo más esquivo.
La selección de inspiraciones fílmicas no puede ser menos petulante. Puede que la inicial “Reach Out” se inspire en “El cielo sobre Berlín” (Wim Wenders, 1987) y la justamente posterior “Lady Macbeth In Chains” en “Eva al desnudo” (Joseph L. Mankiewicz, 1950), pero el resto de inspiraciones provienen, sobre todo, de las estanterías de acción y terror de un añorado Blockbuster.
Lo que no quiere decir que el disco suene adrenalítico ni perturbador. Aquí, las fuentes fílmicas son solo un punto de partida para llegar a destinos por filmar. Por eso “Back To Oz” suena tan benigna, aunque se base en la inquietante “Oz, un mundo fantástico” (Walter Murch, 1985), y por eso “Beginner’s Mind” tiene menos el nervio de “Le llaman Bodhi” (Kathryn Bigelow, 1991) que la estilizada morosidad de un drama independiente de Sundance. La susurrada “Murder And Crime” tiene una inspiración rugiente: “Mad Max. Salvajes de autopista” (George Miller, 1979). Pero quizá la fuente más inesperada sea “Hellraiser III. Infierno en la Tierra”, base de “The Pillar Of Souls”, que, así es, ya desde el título contiene guiños a la imaginería dada a luz por Clive Barker.
Incluso cuando más se acerca a la oscuridad, “A Beginner’s Mind” solo llena de luz. Hablamos del puñado de canciones más pop y directo que Stevens haya publicado desde “Illinois” (2005). Sorprende y alegra escucharlo cultivando esa energía vibrante, haciendo bellas armonías vocales con su amigo, cantando sobre cenobitas con toda la dulzura del mundo, divirtiéndose, divirtiendo. Incluso hay una canción dedicada a “A por todas de nuevo” (Damon Santostefano, 2004), secuela directa-a-vídeo de la muy superior “A por todas” (Peyton Reed, 2000). ∎