Reedición

Swervedriver

99th DreamOuter Battery, 2024

Para todos los que no conozcan a Swervedriver, no hay mejor manera de definirlos que como una banda de los noventa, en el sentido más profundo del término. Su trayectoria siempre estuvo ligada a los devenires de las modas marcadas por el pop británico de dicha década. Del shoegaze de su debut, “Raise” (1991), a los escarceos con el britpop en su tercer LP, “Ejector Seat Reservation” (1995); incluso tuvieron su aproximación al grunge en el sobresaliente “Mezcal Head” (1993).

Nunca ponderados como se merecen, la verdad es que la falta de repercusión que tuvieron no fue muy justa en relación a unos trabajos notables, que alcanzan su grado máximo de inspiración en “99th Dream” (1998), su canto del cisne discográfico, antes del cambio de milenio, y su retorno en 2008, que nos ha proporcionado dos LPs más que estimables.

En esta reedición podemos constatar un hecho principal: las canciones que alimentan los surcos del álbum suenan como una suerte de híbrido de sus diferentes etapas, añadiendo una capa de psicodelia surgida del sustrato shoegaze. Así es en la deliciosa “She Weaves A Tender Trap”, uno de los puntales del disco, en la que nos llegan a recordar a los Boo Radleys más inspirados. De hecho, la dicción vocal de Adam Franklin suena como una versión neutra entre la voz de Sice y la de Liam Gallagher. Precisamente, la sombra de grupos como Oasis o Shack se integra en el corazón de un surtido de canciones que sobreviven perfectamente a las comparaciones con sus paralelismos más evidentes. Un buen ejemplo es la fabulosa “These Times”, la cual está forjada con la esencia que dan vida a los himnos generacionales; en su caso, con una emotiva referencia a la revelación de escuchar a los Stooges.

Por supuesto, como buenos ingleses de los noventa adheridos a las corrientes preponderantes del pop en aquellos años, no puede faltar la eterna sombra de los Beatles, la cual se hace misteriosa a través de los siete minutos y medio del viaje interestelar al que nos arrastran por medio de “Electric 77”. En este corte se advierte un poso existencial que impregna cada poro de los temas aquí grabados, sumidos en una emotiva saudade british psicodélica. Intensa melancolía preciosista que se hace memorable en cortes como “Stellar Caprice”, “You’ve Sealed My Fate” y en la hipnosis semiacústica con hechizo eléctrico final invocado en “Expressway”.

Tan sobresaliente paseo por los noventa se cierra con los siete minutos de “Behing The Scenes Of The Sounds & The Times”, en los que incluso pueden llegar a hacernos pensar en una especie de versión Beatles psicodélica de Sonic Youth.

La reedición en triple CD incluye un más que jugoso surtido de demos y descartes, además de una muy pertinente grabación en directo de su actuación grabada el 14 de enero de 1998 en el Mercury Lounge neoyorquino. Todo con tal de promover una más que merecida reevaluación de un grupo que, definitivamente, mereció mejor suerte. ∎

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