Álbum

Terrence Dixon & Jordan GCZ

Keep In Mind I’m Out Of My MindRush Hour, 2022

Los procesos de depuración no solo sirven para ayudarnos a entender mejor la esencia de las cosas. También ofrecen una paleta nueva sobre la que escribir, sobre la que contar una historia. Cuando, hacia finales de los 2000, el dubstep londinense ofrecía ya signos evidentes de estancamiento, muchos productores, desde diferentes ángulos –porque el estilo era ya una cosa global más que genuinamente británica–, comenzaron a explorar en profundidad hacia el epicentro del sonido, investigando el amplio espacio entre compases y desgranando el bajo hasta la mínima expresión. Fue una escena que se retroalimentó con Berlín y que venía del broken beat, compartido entre las dos urbes europeas, y con gusto por la IDM, pero que cristalizó definitivamente en la figura de Ricardo Villalobos y su “fundación” del minimal –que realmente también siguió a una búsqueda de lo esencial en el techno iniciada por Richie Hawtin tras mudarse a la ciudad alemana–.

Esos bombos diluidos, el gusto por dinámicas dub y ritmos quebradizos que dialogan –no siempre en armonía– con la pulsión marcial del techno, así como un futurismo cósmico y sintético traído del acid jazz, fueron la base para la construcción de un minimal/dubstep que ya desde el principio tuvo que salirse del concepto paraguas “post-dubstep” con productores como Scuba, Ben UFO o Magic Mountain High, primer proyecto del DJ neerlandés –renegado de la explosión trance– Jordan Czamanski aka Jordan GCZ.

En el viaje de ida y vuelta que hizo el techno, en gran parte gracias a las figuras de Hawtin y Villalobos, entre Berlín y Detroit, una de las leyendas de la Motor City quiso empaparse de esa idea fluida de los ritmos: Terrence Dixon. Sus trabajos son fundamentales para entender la corriente del liquid techno que reverberó tanto en las escenas centroeuropeas a mediados de los 2010: cada vez más interesado en la siniestra cualidad psicotrópica del tratamiento del espacio y de la colisión de cadencias rítmicas, lo vimos hacer remezclas para Aurora Halal o Mount Kimbie y lanzar música con sellos como Ghostly International o Rush Hour, casa precisamente de Jordan GCZ.

Así se conocieron, y desde entonces mantienen una relación creativa sólida que en 2019, antes de la dichosa pandemia, se tradujo en un viaje de Dixon al estudio de Czamanski, lleno de cacharrería analógica, para componer música “y lo que surja”. La primera muestra de esas sesiones la pudimos escuchar en 2020 en el sencillo “Outnumbered”, editado por Rush Hour, pero hemos tenido que esperar hasta ahora para conocer el alcance de la colaboración, basada fundamentalmente en la improvisación y en la conversación rítmica, a la manera de Autechre.

“Keep In Mind I’m Out Of My Mind” es un viaje abstracto y alucinógeno conducido por un techno tan implacable como quebradizo, que se descompone y se recompone lejos de cualquier vigor, y que llega a dimensiones cósmicas y hasta afrofuturistas en su síntesis de ideas que provienen del dub y del acid jazz y de motivos distópicos e intergalácticos: los arpegios y vibraciones de ciencia ficción de “Axis Mundi”, que luchan por hacerse hueco entre el golpeo de un bombo que se va descomponiendo; el bajo serpenteante y cibernético de esa batucada interestelar que es “Space Chime”; o el aire mutante y zumbón de “Above Ground”, con sus patrones de brillo tribal à la The Knife ahogados en polvo estelar y el bombo percutiendo desde la lejanía, asomando desde algún otro plano astral. También los ocho minutos de viaje de oscura psicodelia hi-tech de “Operation Delete”, y el space techno de “State Of The Nile” entre disonancias de piano y sutiles reajustes rítmicos. Así como “Fretless”, que sirve para inducir al trance con su techno ácido e hipnótico pero pulsante sobre un paisaje de siniestras tonalidades colindantes con el jazz construido con sintetizadores y pianos analógicos por el que discurre un bajo sibilino y sumergido y en el que, cuando rompe el bombo, lo hace con autoridad pero sin reclamar protagonismo, volviendo a diluirse de nuevo en el ambiente.

Todo lo descrito son pruebas de un libérrimo ejercicio de creatividad en las fronteras entre el techno y una dimensión desconocida. ∎

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