Hay grupos que por unas u otras razones son sencillamente diferentes.
Borrachos de irredenta reputación, no solo sus conciertos se transforman en una fiesta, sino que también sus discos son una incitación a la diversión a pesar de su última mala suerte: abandonados por Cait O’Riordan, que prefirió la compañía marital de Elvis Costello, trastocada su reciente gira al tener que prescindir de Philip Chevron (sustituido a última hora por Joe Strummer) y acosados por los problemas de edición de su tercer álbum, que definitivamente ha visto la luz en su propia compañía, Pogue Mahone, y que sorprendentemente podrás encontrar en las tiendas en edición nacional.
“If I Should Fall From Grace With God” es el disco más rotundo de The Pogues (ahora ampliado a ocho miembros) y suena compacto y equilibrado con una inesperada producción de Steve Lillywhite, que afortunadamente no se deja notar en los desarrollos musicales habituales de Shane MacGowan y los suyos. Es su más apetecible logro vinílico, entre otras cosas porque en él han sabido exponerse convenientemente: por un lado está Irlanda presente por fin directamente en sus textos a través de problemas como la inmigración a USA o en el auténtico y espléndido himno que da título al LP (ya convertido en segundo sencillo), y por otro su sentir sonoro ha ampliado su campo de influencias hacia paisajes continentales, más exóticos de lo habitual (los casos de “Fiesta”, parcialmente cantada en castellano; “Worms”, de añeja belleza romántica; “Turkish Song Of The Damned”, con matices del Este de Europa; o “Metropolis”, un mano a mano instrumental entre John Barry y la tradición folk).
Junto a ellas, las raíces gaélicas del resto (un total de trece), con las arrolladoras “The Broad Majestic Shannon”, “Fairytale Of New York” (canción de rasgos navideños con participación de Kirsty MacColl y convertido en primer single) o “Bottle Of Smoke”, ribeteadas por instrumentos tradicionales como banjo, acordeón o mandolina en diestro enlace con el pop y el rock más ágiles y la severidad vocal de Shane.
Grupo y álbum deslumbrantes y dotados de inherente calidad. Imprescindibles para el rock actual. ∎