Papa DuPau y Spazzfrica Ehd vuelven a calzarse las botas de goma (para no resbalar) y las gafas de silicona (para que la sangre no entre en los ojos) antes de entrar a ese matadero de sonidos que es
Za! Y lo hacen para despedazar, desmembrar y deshuesar enormes costillares de free jazz, rock progresivo y kraut como solo ellos pueden hacerlo: hundiendo las manos, las rodillas y esas enormes cabezas de perro de presa. Porque estos dos no necesitan machetes ni hachas para talar el sonido. Si acaso, una batería, una guitarra y un sintetizador.
“Wanananai” logra reproducir la brutal bacanal de Za! con un grado de potencia y detalle que supera incluso al tremendo
“Megaflow” (2011). En este laberinto no hay un minotauro, sino una descomunal cobra bicéfala que devora jazz latino, rock chicano y juerga de pasos fronterizos (las tres partes de
“El calentito” que conforman el alucinante bloque central del disco y constituyeron el EP previo), gruesísimos bajos funk (
“Mr. Reality”) y trompetas y dancehall dando vueltas de campana (
“Súbeme el monitor”).
Za! son ocho extremidades retorcidas en una esvástica de ritmos y frenesí: un arrebato fuera de sí, pero ejecutado con una precisión mortífera. ∎