El saludo nazi de Elon Musk, RedNote se zampa a TikTok y el altar de David Lynch

Parece que los grandes medios de comunicación no ven claro que el gesto que Elon Musk repitió dos veces seguidas en la investidura de Donald Trump sea un saludo nazi. Pablo Echenique, además de marcarse un troleo magistral al afirmar que “Echenique se desplaza en algo que parece una silla de ruedas. En una “silla de ruedas”. En algo similar a una silla de ruedas. En un vehículo parecido a una silla de ruedas. En un dispositivo que algunos describen como una silla de ruedas. 🙈”, se ha dedicado a recopilar titulares y la cosa clama al cielo: en ‘La Razón’ entrecomillan lo de “el saludo nazi” (y todos sabemos que entrecomillar cualquier cosa es ponerla en tela de juicio), en el ‘ABC’ lo llaman “el gesto de Musk que algunos vinculan con el saludo nazi”, en ‘Público’ señalan “un gesto que parece el saludo nazi” y en ‘ok diario’ lo califican como “un gesto similar al saludo nazi”.

Una tibieza informativa que clama al cielo y que deja bien clara la deriva actual de nuestros medios de comunicación, tal y como subraya Nacho Vigalondo en esta declaración: “Hace 13 años fui despedido de @elpais.com por un chiste que mencionaba el holocausto. El director escribió: con las expresiones utilizadas en esta ocasión, una tragedia que costó la vida a millones de personas, NO SE PUEDEN MANTENER AMBIGÜEDADES”. Aunque, si de titulares hablamos, siempre nos quedará el placer de saber que ‘El Mundo Today’ existe: “Los nazis, frustrados de que los medios les ninguneen y se nieguen a llamarlos nazis”.

La cuestión es que el vídeo está ahí para quien quiera verlo. Y, para quien no quiera verlo, algunos usuarios bienintencionados se han dedicado a poner el vídeo de marras junto a clips de manifestaciones neonazis o sincronizado con las imágenes de la película “American History X” . Ah, claro, y también junto a las imágenes de Adolf Hitler. Obvio.

Pero, bueno, por si quedara poco claro el malestar de las redes con todo este tinglado, ahí están los memes (que siempre son el mejor termómetro del panorama virtual) para probarlo… Memes que se apenan de que el actual lema de Estados Unidos sea “Make America Fascist Again”, que dudan si otros personajes mediáticos eran nazis o no o que llevan un pasito más allá el saludo nazi de Elon Musk para convertirlo en lenguaje corporal.

Aun así, y por si a alguien le siguen quedando dudas sobre si lo de Elon es un saludo nazi o no, los usuarios de Bluesky están bordando la didáctica ya sea recurriendo a memes clásicos de “The Office”, estableciendo comparaciones con los movimientos de manos de Los Siete Enanitos o proponiendo un barómetro visual para identificar los diferentes significados de un alzamiento de brazo dependiendo del ángulo en el que se detenga la mano. Aunque lo mejor está siendo la creación de una nueva iconografía que cuestiona qué se considera antisemitismo en la actualidad o que, directamente, dice las cosas por su nombre. Aunque también te digo: ¿para qué recurrir a nueva iconografía cuando resulta que el Frente Popular de Asturias se marcó en su día el único cartel que necesitamos aquí y ahora?

Vaya por delante que todo esto de RedNote tiene que ver con Trump… pero no tiene que ver con Trump. Y vaya por delante también que no voy a entrar ahora en la canteada de que TikTok haya puesto panocha (indirectamente) en la investidura del nuevo presidente yanqui y que, curiosamente, misteriosamente, la prohibición de la red social solo duró unas horitas antes de que Trump se alzase como salvador gracias a un decretazo in extremis destinado a retrasar la ejecución de la mencionada prohibición durante seis meses.

Total, que no voy a entrar ahí porque es un tema complejo que se me comería parte de la sección y, mira, oye, prefiero centrarme en un “daño colateral” de esta prohibición tan tan tan chiquitita que casi no fue una prohibición. Me refiero al hecho de que muchos han sido los usuarios de TikTok que, ante lo que parecía que sería un fundido a negro en su red social favorita, han decidido pasarse a su equivalente chino: RedNote. Un trasvase que, además, tiene algo de político porque a nadie se le escapa que lo que más molesta al gobierno yanqui es precisamente no poder controlar los mensajes que tan fácilmente han controlado en Twitter / X, Facebook e Instagram.

Pero repito, no voy a entrar ahí, que es un terreno muy oscuro. Y voy a quedarme con el gozo de contemplar cómo, igual que está ocurriendo desde Twitter / X hacia Bluesky, también se está formalizando una verdadera fuga de usuarios desde TikTok hacia RedNote. Una fuga con notas tan placenteras como comprobar que la red baneó a Nicholas J. Fuentes antes de que el gilipollas del “your body, my choice” incluso llegara a publicar nada. Esto implica que, después de intentar aprender mandarín, muchos son los nuevos usuarios que han decidido quedarse en RedNote y no volver a TikTok nunca más. Algo que, obviamente, está sobrecargando los servidores de la red china.

Al fin y al cabo, mucho se ha intentado meter miedo a estos nuevos usuarios advirtiéndoles que esta es una red cero permisiva con discursos políticos e ideológicos, incluso al respecto de la libre expresión de temas LGTBIQ+. Pero, a tenor de lo visto, todo parece indicar que a RedNote no se la puede pelar más la censura. 

Así que los rednoteros (¿o cómo carajo vamos a llamarlos?) ya tienen barra libre para gozar de su contenido habitual de perretes y chorradas diversas. Incluso de cierto contenido que en yankilandia se afanan en capar como, por ejemplo, esta y esta otra carta de amor hacia Luigi Mangione.

Lo gracioso es que este extrañísimo apareamiento de China y Estados Unidos está siendo una excusa perfecta para que los yanquis entren en contacto con el humor chino. Pero también para que los chinos alucinen un poco con el rollo de los yanquis. Porque, tal y como constata este mariposeo (por cierto, ¿habíamos comentado ya lo maravilloso de que el equivalente al tuit en Bluesky sea un mariposeo?), los yanquis están descubriendo que China no se parece en nada a lo que les vende su gobierno… mientras que los chinos están alucinando con que Estados Unidos sea exactamente igual a cómo lo vende su gobierno.

Poco o nada queda por decir respecto a la muerte de David Lynch. En esta santa casa, de hecho, se han publicado no solo uno, sino dos artículos maravillosos al respecto, más esta playlist tan recomendable. Pero, teniendo en cuenta la importancia capital del director de “Twin Peaks” y “Carretera perdida” en mi vida cinéfila, un mínimo granito de arena tenía que aportar… Y mi aportación no va a ser otra que traer a primera plana la obsesión virtual que se ha desatado en torno al altar que los fans de Lynch han montado en la icónica estatua que se erige en la entrada de Bob’s Big Boy en Burbank. Era este uno de los lugares favoritos del realizador y, de hecho, dice la leyenda que incontables fueron las comidas tardías que David Lynch se pegó en este local regadas con café y batidos de chocolate.