La frase “could I be an asian girl?”, además de ser el #lifegoal de Gwen Stefani, fue el shock absoluto del quinto capítulo de la tercera temporada de “The White Lotus” que se emitió el pasado lunes 17 de marzo y se convirtió en la comidilla de redes durante la semana entera. Un hype que esta semana se ha visto sustituido directamente por la fascinación que todos sentimos hacia uno de los personajes más fascinantes de los que la serie de Mike White ha desplegado sobre Tailandia en esta nueva tanda de episodios. Estoy hablando de Victoria Ratliff, la pijísima madre de familia encarnada por Parker Posey que tiene que lidiar con un marido estafador, una hija que quiere meterse a monje budista, un hijo que sintetiza lo peor de la cultura bro y otro hijo que está descubriendo sus impulsos homosexuales a través de la atracción hacia su propio hermano.
Posey borda en esta temporada de “The White Lotus” una personaja que se pasa el día anestesiada por calmantes y que tiene un acento insoportable (o, por lo menos, insoportablemente divertido). Pero todo esto ya lo sabíamos desde el primer episodio y, precisamente por eso, cuando cae un nuevo capítulo cada lunes, nos sentimos francamente así. Entonces, ¿qué es lo que ha cambiado ahora para que esta sea su semana en redes? Básicamente, que Parker ha ofrecido esta entrevista en ‘TODAY’ sobre el método con el que creó el acento de Victoria de la que alguien ha decidido cortar algunas de las palabras más recurrentes del personaje. Y como internet es internet, la concatenación de esas palabras ha acabado por transformarse en este banger.
Otra que entiende de dramas del primer mundo es Leonor de Borbón, que en los últimos días está siendo noticia por varios motivos. El primero de ellos es que la Casa Real está ejerciendo censura directa sobre ciertos medios de comunicación de nuestro país para intentar que no se publiquen fotos de la princesa en un pub de un centro comercial de Chile. Algo que puede parecer del todo peregrino pero que deja bien claro que seguimos viviendo en un país en el que, para informarnos de la Casa Real, debemos acudir a los medios internacionales. Y también deja al descubierto el absurdo de ciertos periodistas como Eduardo Inda, que ahora dice que publicar fotos de una chica mayor de edad en un centro comercial es una vileza pero al que no se le cayeron los anillos cuando se dedicó a publicar fotos de las ecografías de Irene Montero.
Básicamente, la Casa Real quiere meter a Leonor en una urna de cristal para que no le pase nada… Algo que a la misma Leonor parece sudarle un pie si atendemos al segundo motivo por el que ha sido noticia esta semana: ha sido amonestada por beber alcohol a escondidas en Elcano, el buque de la Armada Española en la que se está formando como Jefa de los Ejércitos (que suena muy a “Juego de tronos” pero resulta que es un título real). Una noticia que resulta más interesante todavía después de que algunos usuarios la hayan puesto bien juntita a esta otra de mayo de 2024 que informa sobre “el hallazgo de 217 kilos de cocaína en el Juan Sebastián de Elcano”. Que cada uno ate los cabos que quiera atar.
Más allá de rebautizar a la princesa como Leonor de Bourbon, las redes están cebándose a base de bien con ciertos medios que hablan de “máxima preocupación, Leonor está sufriendo un calvario” cuando, spoiler alert, lo único que ha ocurrido es que le han hecho una foto en un pub de un centro comercial de Chile. Pero así son los medios, los que se inclinan a la derecha se toman este desliz como si fueran El Fary mientras el resto empieza a sospechar que, como la princesa siga así, “al final no aprueba las oposiciones a Reina y el puesto se lo lleva otro”.
Hay que reconocer que, al respecto de este tema tan candente, las opiniones de algunos están brillando tan afiladas como en esta reflexión: “Hay que verlo por el lado positivo: cuanto peor sea el monarca más cerca estaremos de la República. Leonor promete. Froilán o su hermana hubieran sido fabulosos”. Lo mismo puede decirse del argumento que dice “que Leonor viva como una chica normal cuando no lo haga con nuestro dinero”, llevado hasta el (gozoso) extremo por Denny Horror: “Eso de que Leonor ‘debería poder divertirse como una chica normal’ estaría guay si no viviera nuestros impuestos. Mientras tanto, lo mínimo es que viva cual monja, que se disfrace de mona de feria en las festividades, y que la casen con un primo hemofílico que la desvirgue ante curas y autoridades”.
Así que, entre pitos y flautas, el desliz alcohólico de Leonor ya ha pasado a la historia por la vía del meme, ya sea para convertir lo sucedido en el cuento infantil “Leonor salió anoche” o para jugar a las siete diferencias entre una imagen de Leonor en la calle y otra de Leonor en Elcano. Mi favorito, sin embargo, es este sobre cómo despertó la princesa al día siguiente y que usa una imagen que la Casa Real no podrá censurar nunca porque, sinceramente, la estatua de Leonor del Museo de Cera de Madrid ya vive para siempre en nuestra memoria. ∎