“The year of the cat”.
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“I’m not a cat”, el laberinto de The Weeknd y “The Best Of Handforth Parish Council”

Perdido entre un montón de luces y cámara modo GoPro en mano, un clip de pocos segundos de The Weeknd en el descanso de la Super Bowl era lo único que podías ver en tu ruta habitual de redes sociales el pasado lunes por la mañana. The Weeknd, The Weeknd, alguna persona que se entera en 2021 de que Miley Cyrus tiene vozarrón, The Weeknd y, de nuevo, The Weeknd. Las posibilidades de la sensación descontextualizada de confusión y perderse en sitios –tanto físicos como emocionales– son infinitas, y así se demostró convirtiéndose con todo tipo de frases contextualizantes en el meme de la semana. Tanto fue así, tan clave fueron esos pocos segundos de toda una actuación, que uno no puede evitar preguntarse si no se busca ya la construcción del meme a la hora de diseñar un evento, de la misma forma que las grandes discográficas buscan un verso clave que se haga viral en TikTok. ¿Han llegado las corporaciones a prefabricar la fórmula de la viralidad, algo que un día fue tan inocente como “Friday” de Rebecca Black? Una se siente un poco sucia pensándolo así.

¿Sabías lo de The Weeknd, verdad?
¿Sabías lo de The Weeknd, verdad?
Tengo que decir que no todo está perdido. “The Best Of Handforth Parish Council” es una de esas alineaciones de planetas que nos hacen seguir creyendo en las cosas reales. La semana pasada alguien encontró una joya oculta en YouTube: una reunión del Parish Council de Handforth (lo que viene a ser una reunión de vecinos de un pueblo periférico de Mánchester) celebrada vía Zoom el pasado 10 de diciembre. El recopilatorio con mejores momentos de esta reunión, que dura 18 minutos y en el que se cubren todos los plot twists importantes, recaudó 2,9 millones de visitas en tan solo dos días, siendo un absoluto hit en Reino Unido y desparramándose al internet más nicho de los países de alrededor. La clave de su éxito recae justo en la inocencia con la que esta obra audiovisual tiene todo lo que unos boomers powertripping podrían tener: micrófonos apagados, intentos de golpe de estado, gente que no se entera, llamadas entrantes, posesiones demoníacas y referencias a Britney Spears. Se confirma que la mejor comedia del 2021 no va a estar nominada a los Óscar.

¿Hay algo más excitante que una reunión de vecinos?
El otro clip que ha servido para establecer los cimientos de este subgénero del humor, condensación de un año entero de llamadas de Zoom y de mil gags terribles de cómicos parodiándolas –hacer reuniones con tu jefe en pijama de cintura para abajo, la cumbre del humor–, ha ocurrido en un juicio por videollamada de Texas. El abogado Rob Ponton entra en la llamada con un filtro de gatito, que mueve los ojos horrorizado. En el estrés del momento e incapaz de apagar el filtro, con el alma abierta dice I’m not a cat y, por un momento, por cuatro palabras, todo un año de telecole, todo un año de reuniones de trabajo desde el sofá de tu casa han merecido la pena.

Gatos que pueden ser abogados.
En el otro lado del espectro judicial: discourse Twitter –llamada así a la facción de Twitter que lo cuestiona todo en hilos largos fuertemente politizados, a veces necesarios y a veces rozando la autoparodia– ha llamado al estrado a la bimboficación. Bimbo, palabra que los italianos utilizan para referirse a mujeres jóvenes, guapas y tontas, está siendo reapropiada por las propias mujeres jóvenes, guapas y no tan tontas. El debate ha sido puesto encima de la mesa por Chrissy Chlapecka, estrella de TikTok que basa la línea narrativa de sus videos en esta identidad, y los dos bandos se posicionan entre cuánta de esta objetivación es activa como arma política y cuánta sigue siendo subconscientemente para la mirada masculina. El tema se ha abordado desde diferentes perspectivas a lo largo de 2020, prestando especial atención a los himbos (he + bimbos). La adoración por parte de Internet de la versión masculina de las bimbos es fruto de un cansancio colectivo con una década entera de propaganda softboy: chicos inteligentes y sensibles con ligera tendencia hacia la manipulación emocional. Y el 2020, año del no thoughts head empty, también lo era de los chicos no muy espabilados pero guapos y que nos tratasen bien: George de la jungla, Goku, Cary Grant en la mayoría de sus películas, Pauly D de “Jersey Shore”. Las bimbos, sin embargo, al ser un concepto real e histórico y no un running gag de la web, son un tema más sujeto a bronca por hilo tuitero.

Por último, un recordatorio de que puede que lo que lleve el río lo elijamos nosotros, pero que el cauce lo marcan las corporaciones: Instagram empezará a detectar el logo de TikTok en sus reels y a dejar de promocionar aquellos que lo lleven. Un tanto a favor de los creadores profesionales de contenido que se puedan crear el suyo usando herramientas profesionales, uno en contra de los tiktokers amateurs que habían encontrado en los reels una forma de llegar a un público más mainstream. Parece que siempre ganan los mismos en un partido amañado, pero no nos cansaremos de buscar trufas en este estercolero. ∎

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