Trompetista de vanguardia, discípulo de Stockhausen, colaborador de Brian Eno, pero también de Peter Gabriel y Lloyd Cole… la trayectoria de Jon Hassell (1937-2021), fallecido el pasado 26 de junio a los 84 años, es un viaje entre Estados Unidos y Europa, entre Occidente y Oriente, que lo llevó a acuñar el concepto de “Fourth World” para referirse al cruce entre la modernidad y las culturas ancestrales; un espacio de flujo y mutaciones que su música ha habitado siempre.
Decirle a alguien que Jon Hassell (1937-2021) fue un simple trompetista lleva indefectiblemente a equívocos. Esto es lo que me ha pasado hace poco en una comida familiar. Y es que, más que el jazz, la música clásica o las bandas callejeras, fenómenos alguno de ellos nada desdeñables durante la formación de este músico tan especial, más aún en la ciudad en la que nació, la blusera Memphis de Tennessee, su interés inicial era el avant-garde más difícil y rompedor. Y es que, una vez cursados sus estudios universitarios en Nueva York, asistió a las clases de Karlheinz Stockhausen en Colonia, Alemania, donde coincidió con miembros de Can. De vuelta a los Estados Unidos, colaboró con Terry Riley en la primera versión de “In C” (1968) –ambos compartían las enseñanzas del vocalista indio Pandit Prân Nath, del que tomó la idea de la “música entre las notas” yacente en el raga–, o en “Dream House 78’17”” (1974) de La Monte Young y su The Theatre Of Eternal Music. La obsesión de Hassell por la armonía lo conectaba con el jazz modal de Miles Davis y su forma de tocar la trompeta recuerda mucho a la del Chet Baker post- cool, el de los años 70 en adelante.
Fueron sus participaciones en trabajos de artistas más vinculados al pop las que le dieron a conocer más allá del serialismo europeo y del minimalismo norteamericano. Con Brian Eno firmó “Fourth World Vol. 1. Possible Musics” (EG, 1980), primer volumen de la serie “Fourth World” en el sello del ideólogo del ambient. De su mano, regalaría a Talking Heads los arreglos de viento en la mesmérica “Houses In Motion” de “Remain In Light” (1980) y lo acompañaría en uno de los álbumes más importantes de otra saga: “Ambient 4. On Land” (1982). Desde entonces, su figura se hace habitual en los trabajos de estrellas inquietas como Peter Gabriel, Lloyd Cole, Jackson Browne, incluso Tears For Fears. Con Ry Cooder intercambió regularmente colaboraciones a lo largo de los años, pero fue David Sylvian el que mejor supo destilar el melancólico y transportador sonido de Hassell en sus discos “Brilliant Trees” (1984) y “Words With The Shaman” (1985).
Aquel sonido único procedía de una técnica interpretativa poco común –tocaba, más que la trompeta, la boquilla, “como una caracola”– y del procesamiento electrónico con delays y cambio de alturas –oscilación de graves y agudos–. Su intensa conexión personal con cuestiones filosóficas y espirituales, que no son lo mismo pero que a veces riman, lo llevó a plasmar el concepto ya citado de “cuarto mundo”, una especie de intersección antropológica entre ciertos mundos “indígenas” y la tecnología avanzada, entre lo conceptual y lo sensible, algo mucho más interesante que la mercadotécnica y contemporánea etiqueta de la “world music”. “Dream Theory In Malaya. Fourth World Volume 2” (1981) fue el segundo y último volumen de la citada serie con EG, dando continuidad a aquella resonante idea, con un Eno ya solo presente en los créditos interiores, y con quien declinaría participar en “My Life In The Bush Of Ghosts” (1981). Lo curioso es que la inspiración no le provenía a Hassell de sus viajes por Asia, sino de las posibilidades de su imaginación. Kant lo llamaría “libre juego de las formas” en su máximo esplendor.
“Aka / Darbari / Java. Magic Realism” (EG, 1983), producido por el canadiense Daniel Lanois, fue un trabajo clave en la trayectoria de Hassell. Con él comienza a servirse extensamente de los sonidos sampleados, creando bucles, yuxtaponiendo capas, sin abandonar el sonido arenoso de su trompeta como resonante metáfora intra y extramusical. Como indica su amigo y compañero habitual de viaje David Toop en su libro “Océano de sonido” (1995), el viraje “eurófugo” y “trans-sensual” de Hassell daba cabida a referencias tan libérrimas como Les Baxter, el surrealismo y la etnopoética. Influido por el hip hop, en “City. Works Of Fiction” (Opal, 1990) conviven las recurrentes referencias extramusicales –Ben Okri, Italo Calvino, Salman Rushdie, etc.–, tan proscritas por la ortodoxia academicista, con otras tan musicales como Public Enemy y la polirritmia. Hassell era un constructor de sonidos inconformistas y mágicos pero indefectiblemente terrenales, en permanente apertura a nuevos derroteros, por oscuros que pudiesen parecer.
El álbum en colaboración con Farafina “Flash Of The Spirit” (Intuition, 1988), recientemente reeditada y reseñada en Rockdelux por Jesús Rodríguez Lenin; su no tan inesperada versión de “Nature Boy”, el conmovedor tema que el gran Eden Ahbez diera a conocer en 1947 a través de Nat King Cole, que supuso un guiño a la exótica más mística, incluido en su disco de 1999 “Fascinoma” (Water Lily Acoustics); sus conocidas conexiones con techno heads como Howie B, Ricardo Villalobos o Carl Craig son solo una muestra más de la enorme versatilidad de este músico fallecido el pasado 26 de junio a los 84 años por causas naturales, según comunicado oficial, poco antes de atisbar del todo la luz al final del túnel pandémico. Sus problemas de salud parece que empezaron, como los de tantos otros, con una caída fortuita.
Sus dos últimos trabajos, “Listening To Pictures. Pentimento Volume One” (2018) y “Seeing Through Sound. Pentimento Volume Two” (2020), aparecidos tras casi una década de sequía, y publicados en su sello propio, Ndeya, jugaban con las ideas de la sinestesia, los estratos ocultos y el error como fuente inagotable de sabiduría estética, conectándolo de nuevo con nombres punteros como Oneohtrix Point Never (que lo ha reconocido como un referente), conservando y extendiendo de forma inevitable su identidad sonora, una de las más reconocibles, sensuales y fértiles jamás surgidas de la gastada vanguardia occidental. ∎