Peace Okezie, esperando el estrellato. Foto: Ewan Spencer
Peace Okezie, esperando el estrellato. Foto: Ewan Spencer

Radar

Master Peace: hits indies con durag

La factoría londinense de estrellas del pop, sección indie, tiene un nuevo aspirante. Tras lanzar las salvas previas en forma de singles durante los últimos cuatro años, es el momento de su primer álbum. “How To Make A Master Peace” se publicará el próximo 1 de marzo.

Tras los momentos estelares de las escenas de Mánchester y Bristol a finales del siglo pasado, Londres recobró el pulso y no cedió protagonismo en las últimas dos décadas. Tanto la música de club –con todos los artistas de UK garage, drill o dubstep– como el neosoul, el indie o el revival post-punk no han cesado de proveer candidatos a estrella, algunas fugaces, otras con su sitio en el firmamento. Una característica diferencial de muchos artistas británicos ha sido su deseo de alcanzar el éxito comercial, por mucho que su estilo musical ocupe lugares más underground en otros países. El prestigio artístico y una carrera profesional modesta parece no ser suficiente para muchos de ellos. Pero antes de dar la campanada y convertirse en the next big thing –como dicen allí– viene la fase de la expectación y el runrún. Algún single suelto o alguna actuación en directo, una crítica elogiosa o el de boca en boca de los fans van haciendo crecer la bola. En ese estadio se encuentra ahora Peace Okezie. Ambicioso desde el principio, utilizó la fonética de su pacífico nombre de forma que se lea como obra maestra, Master Peace.

Al igual que Burial, Kae Tempest, Shame, Squid o black midi, Peace proviene del sur de la capital británica. De uno de sus distritos externos, Sutton, en concreto del tranquilo y familiar municipio de Carshalton. Fue en el pijo –según sus palabras– colegio católico de la zona al que asistió donde entró en contacto con compañeros con gustos indies de la época; Friendly Fires, Bastille o The Vaccines. Sus colegas del barrio escuchaban a Skepta u otros raperos británicos, y aunque él empezó rapeando con los amigos sin mucha convicción de llegar a nada, fueron los ejemplos de otros jóvenes negros en bandas de rock indie, como Kele Okereke -cantante de Bloc Party– o Dev Hynes –el alma de Blood Orange, conocido anteriormente como Lightspeed Champion– los que guiaron su atención y su camino hacia ese estilo musical. A falta de banda, empezó como muchos otros chavales haciéndolo por su cuenta, sonando al principio a algo similar al bedroom pop, quizá más por falta de medios que por vocación. El single “Night Time” (No Fake Ones, 2019) era pegadizo y el EP “Love Bites” (EMI, 2020) tenía cierto encanto aunque con una producción algo tibia.

Grande y reluciente. Foto: Ewan Spencer
Grande y reluciente. Foto: Ewan Spencer
Se quejaba en entrevistas de que sus rasgos físicos y su look con un durag –pañuelo africano que se lleva en la cabeza– provocaban que gente de la industria le preguntara a menudo por qué no hacía hip hop. Insiste con otro EP, “Public Display Of Affection” (EMI, 2021), continuista pero con más querencia hacia la pista de baile. Singles tarareables como “PDA” empiezan a llamar la atención. Es el año pasado con el EP “Peace Of Mind” (PMR, 2023) cuando comienza a mostrarse realmente satisfecho con los resultados. Por fin consigue algo con el empuje de sus adorados Bloc Party, sumando el colmillo rock de Arctic Monkeys y el toque funk de Jungle. El resultado tiene esa ambivalencia de hit de guitarras festivalero y llenapistas de club indie. “Veronica” y “Country Life” pasarían ambas pruebas con nota. Se publican artículos y entrevistas suyas en los medios británicos y van creciendo las escuchas en plataformas, pero sin comerlo ni beberlo han pasado cuatro años desde que empezó a intentarlo, acaba de cumplir 24 años y no ha publicado un LP: es el momento, ahora o nunca. “How To Make A Master Peace” (PMR-Popstock!, 2024) se graba en 2023, pero, en línea con las nuevas estrategias de lanzamientos musicales, se decide sacar espaciadamente los singles de adelanto para hacer crecer el suflé. Los productores Matt Schwartz, Julian Bunetta y Matt Zara lo ayudan en su idea de hacerlo más grande y reluciente. Ellos le piden un poco más de riesgo y no centrarse únicamente en el sonido con guitarras que le gusta. Por lo conocido hasta el momento, los nuevos temas siguen la línea del anterior EP, pero con más pegada, tensión y atractivo bailable.

“Veronica”, vídeo dirigido por Luis Hindman.
En agosto de 2023, aparece “LOO SONG”, un medio tiempo funk con una pegadiza línea de sintetizador a la manera de Metronomy. En octubre, “I Might Be Fake”, que suena más urgente y directa, cuenta con la colaboración de Georgia, cuya voz en falsete sitúa el tema bajo la bola de espejos. Cierra el año con “GET NAUGHTY!”, la más rockera del lote. Podría ser el resultado de una colaboración entre Bloc Party y slowthai. Ya en 2024, “Start You Up” incorpora la forma de aproximarse a la discoteca de bandas indie de guitarras –de la primera década de siglo– como Klaxons.

“Start You Up”, clip realizado por Freddie Cattaneo.
A falta de más de la mitad del álbum para emitir cualquier tipo de juicio global, una de las dudas a resolver sería acerca de su personalidad y estilo propio como artista. Con las cartas mostradas hasta ahora, se aprecia un buen oído para detectar la corriente del éxito en el indie –con los modelos de los últimos veinte años en su antena– y cierta facilidad para alcanzar la efervescencia y el poder de contagio. Las letras de sus canciones también reman en esa dirección: lenguaje coloquial sobre amoríos y atracción sexual. Nada excesivamente denso, problemático o sesudo que pueda complicar el camino hacia el top 40 británico. Al fin y al cabo será indie, pero es pop y tampoco es que sea fácil lograrlo. Pero no adelantemos acontecimientos, la escucha completa del álbum y sus próximas actuaciones en directo deben ofrecer una idea un poco más ajustada de sus intenciones y sus logros y se podrá comprobar lo que él considera sobre cómo hacer una obra maestra. ∎

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