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Firma invitada / Música de la basura

Ska silencioso

El pasado 20 de julio del año 2001 fue brutalmente asesinado nuestro compañero Carlo Giuliani por la policía fascista italiana. Solamente por revindicar un reparto más equitativo de la economía mundial. Solamente por adquirir conciencia, solamente por poner voz a los ‘sin voz’. Solamente por pensar...”.

Un año después de su muerte en Génova, el grupo madrileño Ska-P recordaba así al manifestante italiano, asesinado por un carabiniere de un disparo, en “Solamente por pensar”, una canción de su disco “¡¡Que corra la voz!!” (2002). Este verano de 2021 algunos medios italianos conmemoran el XX aniversario de aquel G8 de sangre.

El asesinato de Giulani, de 23 años, fue solo uno de los múltiples episodios de violencia de aquellos días de protesta contra la cumbre de los ocho países autodeclarados más potentes del mundo. La noche siguiente tuvieron lugar los que se conocen como “los hechos de la escuela Diaz”, una incursión de los maderos en la escuela donde habían ido a pasar la noche un centenar de manifestantes. Un jefe de la policía, poco después, describió la escena tras la intervención de los agentes como una “carnicería”: 61 personas acabaron en el hospital, dos en cuidados intensivos, una en coma. Las 93 personas detenidas con la única culpa de estar pasando la noche en el suelo del supuesto centro de coordinación de las manifestaciones sufrieron torturas en comisaría.

Yo en 2001 tenía 16 años. Han pasado suficientes años como para poder mirar atrás y recordar aquella primera década de los dosmiles y buscar dónde están ahora esos militantes antiglobalización. Aunque muchos renieguen de ellos, Ska-P fue parte de la banda sonora de la época. Te podías encontrar bailando “Cannabis” con unas viejas en las fiestas del Zaidín como en los tres pubs de El Barco de Ávila. Ska-P supo interpretar las tensiones de aquellos años y cabalgaron la ola del punk californiano de mediados de los 90 que fue a romper en las costas europeas arrastrando acordes de guitarra eléctrica y una estética de rock de playa que tan bien se adapta a las latitudes ibéricas. Además, eran auténticas máquinas de concierto y han sido durante mucho tiempo uno de los grupos españoles más escuchados en varios países de Europa. Puede que os guste o no su ska, puede que os parezcan un poco comerciales o mainstream, pero son, que yo sepa, el único grupo español que le ha dedicado una canción a Carlo (si conocéis otros me los pasáis, por favor).

Significados por escribir sobre temas de actualidad, me interesa particularmente esta letra suya:

“La industria farmacéutica está casi desértica

Nos pide un buen empujón

Una pandemia, una pandemia, qué buena idea tío, una pandemia

Despavorida corre la población a por su estafaflú

Gilipollas, primaveras, como yo, o como tú

Esta falacia ha petado las farmacias

De España a Honolulú, más mascarillas, más mascarillas

Llevan mascarillas hasta las ladillas

Qué tal si te vacunas de una vez contra la insensatez

Gilipollas, primaveras, primaveras a granel

Gilipollas, primaveras, ¿Quién se va a comer este pastel?

Ponte ya en la fila y vacúnate, y vacúnate, y vacúnate

Contra la obediencia y la estupidez, y la estupidez, y la estupidez

Si la tele dice que te pica un cojón, ráscatelo, ráscatelo

La OMS ha sembrado el terror

Gracias por tu colaboración”

La canción cuyos versos acabo de copiar se llama “Pandemia S.L.”. Cuando hace poco la escuché por primera vez pensé que se trataba de una canción de 2020. ¡Pero los Ska-P la publicaron en 2013! Las coincidencias con la situación actual son flipantes. Mucho más que las que podemos observar en el episodio de “Los Simpson” de 1993 que se ha vuelto a hacer famoso tras el COVID, que también describe una pandemia parecida a las que nos cuentan hoy en día los medios.

Pero si la canción sobre un mártir del movimiento antiglobalización en 2002 podía proporcionar al grupo un potencial público de millones de jóvenes iracundos (y listos para gastarse la propina de mamá y de papá en CDs y entradas de conciertos), una crítica a la gestión de la así llamada “pandemia” podría ser un bumerán: resulta que los Ska-P no han reivindicado su clarividencia (y si lo han hecho, decídmelo, yo no he encontrado nada ni en sus redes sociales ni en sus entrevistas). Por el contrario, se han dedicado a justificar las medidas restrictivas del gobierno: Cuando el barrio de Salamanca (barrio de ricos en Madrid) sale a protestar contra el gobierno, es que el gobierno algo está haciendo bien” (tuit del 4 de mayo de 2020). Y en Facebook, cuando sus seguidores les preguntan sobre su nostradámica canción de 2013, ellos guardan un aterrador silencio. ∎

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