Canción del día

Nick Cave & The Bad Seeds

Wild God2024
Cinco años ya desde “Ghosteen”.
Cinco años ya desde “Ghosteen”.

“Wild God” –decimoctavo álbum en estudio de Nick Cave & The Bad Seeds en sus más de cuatro décadas de trayectoria, no es mal promedio– se va a publicar el próximo 30 de agosto. Cuando llegue a tiendas y distribuidoras digitales habrán pasado casi cinco años desde su anterior entrega, así que nos va a pillar con ganas. Y el avance que el sexteto ha liberado hace menos de 48 horas –el tema que da título al disco– incrementa esa avidez.

“Wild God”, la canción, es una composición que empieza como una fábula: “Érase una vez un dios salvaje que se aproximó a los recuerdos en que estaba sepultado”. A lo largo de sus casi cinco minutos y medio, reconecta con la faceta más corpórea y rítmica del grupo tras la postración y el recogimiento de álbumes luctuosos como “Ghosteen” (2019) y “Skeleton Tree” (2016). Todo ello sin prescindir de una arquitectura compositiva compleja, ya que en la primera mitad hay varios cambios de tempo y del tono interpretativo del jefe. Tampoco se proscriben los copiosos arreglos que caracterizan a los Bad Seeds, que van cayendo como lluvia del porvenir sobre las primeras estrofas hasta que, un poco más allá del tercer minuto, explota un coro góspel acompañando a un despliegue de cuerdas –con guitarras de lija en el canal derecho– a tope de épica.

Después, el gigante australiano declama: “Somos dioses salvajes, nena, somos dioses salvajes / Soy un dios salvaje, nena, soy un dios salvaje / Allá vamos, vamos a la cuna de África / vamos a Rusia, vamos a China / a los Estados Unidos de América / Sí, moviéndonos alrededor del mundo; sí, moviéndonos como un enorme y bello pájaro”. Lo hace poco antes de que la canción se esfume en un rápido fundido que sugiere lo infinito de ese vuelo, la continuidad de un viaje que ojalá tenga más escalas como esta.

Si atendemos a las declaraciones que Cave ha hecho a propósito del disco, que tendrá diez canciones y saldrá tanto en físico como en digital, podemos esperar que sea así: “Me gustaría que el álbum tenga el mismo efecto en los oyentes que el que ha tenido en mí. Estalla por los altavoces y me dejo llevar. Es un disco complejo, pero también profunda y alegremente contagioso. Nunca hay un plan maestro cuando hacemos discos. Los discos más bien reflejan el estado emocional de los escritores y músicos que los hicieron. Escuchando este, no sé, creo que estamos felices”. ∎

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