TSHA

“In The Night” es una de las muestras más apetitosas de “Sad Girl” (2024), la nueva demostración del viraje totalmente dance aplicado por TSHA en dicho LP, publicado el pasado viernes. Un giro en el cual la productora asentada en Londres sigue sumando mutaciones estilísticas en su menú a través de una comunión y estilización absoluta de la vía principal de su discurso: el equilibrio bicéfalo entre el UK garage y la ortodoxia house de Chicago.

Con este timón rítmico, se cuece esta oda al baile que, más allá de sus evidentes arquetipos creativos, refleja un estado de ánimo que funde antaño, presente y futuro con pasmosa naturalidad, haciendo del cliché una experiencia renovadora y nostálgica al mismo tiempo.

Resulta curioso cómo, para el que no conozca su música, en el bandcamp de TSHA sean enunciadas influencias como Jon Hopkins, Floating Points o Bonobo, aunque ahí también sobresale el atmosférico brío rave que le proporcionó identidad a “Capricorn Sun” (2022), su brillante anterior trabajo, el cual fue considerado álbum del año en medios con el pedigrí de ‘DJ Mag’ y BBC Radio 1 Dance.

“In The Night” dispara en otra dirección, una tan complicada como la que ha sido transitada miles de veces. Una a la que TSHA tiene que proporcionar su rúbrica personal, sobre todo, en el meridiano de la canción.

Llegados a este punto, es cuando incluso afloran ecos a Depeche Mode en el emocional y aéreo sinte ambient de fondo, que recrea una arcadia perfectamente acompasada en el nervio house noventero que celebra el ritual nocturno del baile bajo el mantra de “I wanna be young forever, I wanna be high forever” que invoca el tremor de la pista de baile. Y lo hace a través de una demostración de sus habilidades como prestidigitadora del ritmo en todas sus facetas. Eso y que, por qué no decirlo, nunca deja de ser altamente adictivo dejarse llevar por tan intenso trote en crescendo de beats elaborados bajo la ecuación matemática del ritmo total. ∎